Tres componentes de la Penya salimos el domingo pasado: Jorge, Alberto y Dani. ¿Dónde se metió el resto? El domingo anterior fuimos unos cuantos y, cuando aparecí en la RENFE, con tres minutos de retraso, pensé que ya se había ido el grupo, pero......¡es que no había nadie!
Ahora bien, al cabo de un rato apareció Jorge y, ya en Esplugues, se nos unió Dani y, al proponerles la ruta, no se lo pensaron dos veces ya que Jorge no había estado nunca: iríamos a inspeccionar el posible caudal de agua que pudiese haber en el salto de agua de la Rierada.
Decepción casi absoluta pues, aunque no había agua en el salto, al menos, según atestiguan las fotos, sí caía por la cascada lateral y, por otra parte, la alegría de Jorge por haber estado -¡¡por fin, amigo!!- allí por primera vez, mereció la pena.
Dani y Alberto en el salto de agua de la Rierada. Algo de agua se ve en la cascada de la izquierda de la foto que genera un pequeño "charco" a nuestra espalda. ¡Menos es nada!
La salida fue la siguiente: RENFE-Esplugues-Sant Just-Mortirolo corto-Coll de les Torres-Can Pasqual por carretera-Sendero largo de la central eléctrica de Santa Creu d'Olorda-Carretera de Molins-La Siberia de bajada-Can Castellví-La Rierada-Can Rabella-Molins de Rei-Río Llobregat-Sant Boi de Llobregat-Cornellà de Llobregat-L'Hospitalet. En total 43 km y 1033 metros de desnivel positivo acumulado a 17 km/h de media.
A reseñar la subida a muy buen ritmo del Mortirolo por parte de Alberto y Dani, que está muy fuerte y, un poco más atrás, Jorge que, poco a poco, va cogiendo el ritmo tras unos días sin salir.
Luego, tras las bajadas pertinentes, llegamos al salto de agua, nos hicimos las fotos pertinentes y, tras pasar por Can Planas y Can Rabella sin agua que mencionar, decidimos, en vista de que el tiempo no nos daba para ello, volver a casa por el río en vez de la acostumbrada subida a Santa Creu d'Olorda por Can Tintorer.
Jorge, Dani y Alberto en el salto de agua de la Rierada. ¡Primera visita para Jorge!
Y allí, tras un pinchazo de Jorge en su rueda delantera que prometía arreglo en cinco minutos...¡se prolongó en casi tres cuartos de hora! ¿Por qué? Como dijo Dani: porque no era nuestro día, no.
Y, es que parecíamos novatos. 1º: No podíamos extraer la cubierta ya que Jorge había atornillado al máximo la rosca de sujección de la válvula y no había manera de extraerla. No llevábamos llave inglesa ni alicates. Menos mal que, a cien metros, Dani observó unos coches al lado de una finca y nos dejaron unos alicates con los que pudimos extraer la válvula de la cubierta "tubeless". 2º: No comprobamos si en la cubierta se había quedado incrustado el causante de la avería y, claro, tras inflar la cámara de repuesto de Jorge y colocarla en su sitio.....¡pinchazo de nuevo, claro! 3º: Ya sí, tras la oportuna revisión y extracción del elemento punzante, empezamos a inflar la cámara de repuesto de Dani y, tras inflar ligeramente, ¡¡rompemos la válvula al extraer el inflador!! ¡Vaya "cracks" de la mecánica ciclista! Claro está, ¿y la cámara de repuesto de Alberto? No vale, la rueda de Jorge es una 29" y la de Alberto, no.
Menos mal que Jorge -el más interesado en no volver a "patita" y, por ello, se le agudizó el ingenio- acertó al final: pusimos la parte de la cámara en dónde se localizaba el pinchazo de tal manera que quedaba pellizcada, por la parte exterior, por la cubierta. Inflamos, rogamos al cielo y.....¡vimos que se inflaba la cámara, no se desinflaba y, tras unos kilómetros suaves por el río, seguía intacta!
El "invento" de Jorge: la parte de cámara que estaba pinchada y que pusimos en el exterior, ¡resistió hasta el final!
Como os podéis imaginar, tras las llamadas pertinentes a las casas respectivas, tuvimos que anular el almuerzo y tras ir a más de 30 km/h de media por el río, llegamos a casa sin novedad y en tiempo. ¡Problemas evitados y enseñanza recibida! A pesar de todo, ¡llevar siempre parches y pegamento, algo de cinta aislante y unos alicates pequeños nos evitarán sustos como éste!
Más en la próxima salida. Buena semana a todos
lunes, 21 de octubre de 2013
martes, 8 de octubre de 2013
10ª Travessa Sant Joan Despí-Montserrat para mí y 11ª presencia de la Penya
Aunque mañana haré una amplia crónica de "mi" y "nuestra" Pedalada emblemática, dos comentarios breves:
1 - Que la Travessa ha perdido su esencia principal que es, ni más ni menos, que pedalear durante 70 km con sus 1950 metros de desnivel positivo acumulado, por cualquier pista no asfaltada hasta llegar a Santa Cecilia.
Digo esto, y alguien se extrañará de ello, ya que si queremos hacer senderos, trialeras, bajadas peligrosísimas llenas de grava con un desnivel bestial -delante mío, después de sendos derrapajes por parte de ambos, cayó al suelo y se rompió el codo- o subidas imposibles -¡no por el desnivel; me da igual que nos pongan tramos del 20/25%...pero no llenos de surcos, grava y piedra donde no se puede ciclar!- nos apuntamos a la Marxa dels Senders de Navarcles, a la Montaltbike o a la Prehistòrica, etc, ¡que nos lo pasaremos bien!
En el Poliesportiu Gimeno, a punto de ir hacia la línea de salida
Pero ir mentalizado a una travesía por pista y encontrarte otra cosa antes de llegar a Monistrol de Montserrat no es lo que te esperas y, a pesar de que el recorrido, insisto, es bonito y recomendable -la zona nueva de Vacarisses con su sendero final era realmente preciosa-, no te permite llegar en condiciones psicológicas adecuadas para hacer la subida final.
2 - Eso sí, con los años mejoran varias cosas: Avituallamientos fantásticos con la bebida fresca en todo momento, Aquarius, Coca-Cola y demás refrescos variados para las distintas formas de hidratarse de los participantes y comida en abundancia y fresca. Además, casi trato personalizado ya que te preguntaban al llegar lo que querías y, al menos en Ullastrell...¡hasta me lo sirvieron!
En meta tras completar mi 10ª Travessa, con la emoción camuflada por las gafas.
El recorrido, a pesar de que no me gustó, estuvo bien para el que quiere recorrido variado y le importa un "pimiento" su tiempo en meta o ciclar con el único objetivo de llegar a Montserrat. Lo disfrutará. Además, increíble la señalización en donde era imposible perderse.
En la plaza del Monasterio a punto de dirigirme a poner sendas velas por mis familiares. ¡Costumbre de hace cinco años!
Ya explicaré más. De momento, ¡mi 10ª Travessa ¿y última?, al saco!
1 - Que la Travessa ha perdido su esencia principal que es, ni más ni menos, que pedalear durante 70 km con sus 1950 metros de desnivel positivo acumulado, por cualquier pista no asfaltada hasta llegar a Santa Cecilia.
Digo esto, y alguien se extrañará de ello, ya que si queremos hacer senderos, trialeras, bajadas peligrosísimas llenas de grava con un desnivel bestial -delante mío, después de sendos derrapajes por parte de ambos, cayó al suelo y se rompió el codo- o subidas imposibles -¡no por el desnivel; me da igual que nos pongan tramos del 20/25%...pero no llenos de surcos, grava y piedra donde no se puede ciclar!- nos apuntamos a la Marxa dels Senders de Navarcles, a la Montaltbike o a la Prehistòrica, etc, ¡que nos lo pasaremos bien!
En el Poliesportiu Gimeno, a punto de ir hacia la línea de salida
Pero ir mentalizado a una travesía por pista y encontrarte otra cosa antes de llegar a Monistrol de Montserrat no es lo que te esperas y, a pesar de que el recorrido, insisto, es bonito y recomendable -la zona nueva de Vacarisses con su sendero final era realmente preciosa-, no te permite llegar en condiciones psicológicas adecuadas para hacer la subida final.
2 - Eso sí, con los años mejoran varias cosas: Avituallamientos fantásticos con la bebida fresca en todo momento, Aquarius, Coca-Cola y demás refrescos variados para las distintas formas de hidratarse de los participantes y comida en abundancia y fresca. Además, casi trato personalizado ya que te preguntaban al llegar lo que querías y, al menos en Ullastrell...¡hasta me lo sirvieron!
En meta tras completar mi 10ª Travessa, con la emoción camuflada por las gafas.
El recorrido, a pesar de que no me gustó, estuvo bien para el que quiere recorrido variado y le importa un "pimiento" su tiempo en meta o ciclar con el único objetivo de llegar a Montserrat. Lo disfrutará. Además, increíble la señalización en donde era imposible perderse.
En la plaza del Monasterio a punto de dirigirme a poner sendas velas por mis familiares. ¡Costumbre de hace cinco años!
Ya explicaré más. De momento, ¡mi 10ª Travessa ¿y última?, al saco!
lunes, 24 de junio de 2013
En compañía de la Penya Els Dimonis
¡De vez en cuando hay que visitar nuevos territorios y descubrirlos en buena compañía! En este caso, al estar el que esto escribe este fin de semana en el Garraf, se visitó dicha zona, pero en su sector sur, entre Canyelles y la zona del río Foix, junto a Paco Sánchez y un grupo de magníficos "ciclistas/bicialmuerzos/buena gente" como son la Penya Els Dimonis capitaneada por nuestro conocido -sobre todo por Paco y Jorge- Juan "el Hierro".
Salgo desde Sitges en dirección al Camping Vilanova Park en donde había quedado con Paco para que me enseñara algo de los senderos y pistas de la zona y, cuando empezábamos lo más duro de la ruta, en dirección al Pic de l'Àliga, entre los términos municipales de Canyelles y Castellet, nos encontramos, subiendo por una dura trialera de piedras, al grupo de "Els Dimonis" que llegaban a cuentagotas -por lo que me explica Paco, es una trialera de piedras con un desnivel importante, lo que explica como iban llegando de "cascados" que casi no podían ni hablar-. Saludamos a un grupo avanzado que ya había llegado, preguntamos por nuestro conocido Juan "el Hierro" y nos dicen "que viene por detrás haciendo fotos". ¡Visitad su "blog" y veréis por qué siempre llega el último en cualquier tramo interesante: se pasa toda la subida haciendo miles de fotos, vaya "crack"!
Paco Sánchez en las primeras rampas duras de la subida al Pic de l'Àliga
Cuando llega él hablamos de nuestro amigo común Jorge, de sus proyectos -es, también, corredor y ciclista de carretera ¡al igual que yo!- y nos dice que, lamentablemente, "los tiene parados por culpa de unos estudios que debe hacer para su trabajo". ¡Qué salgan bien, amigo Juan, ya que lo primero es el "curro" y la familia. La bici se puede disfrutar siempre aunque sea a otro ritmoy con otros objetivos menores!
Foto de Alberto con los primeros componentes de "Els Dimonis" en el cruce de la subida al Pic de l'Àliga con la trialera de piedra que iban subiendo estos "cracks"
Les acompañamos hasta el Pic de l'Àliga, a 470 metros de altitud, con unas rampas iniciales -las que hice con Paco- bastante llevaderas, pero que, en un par de tramos semiasfaltados y en la parte final, se hacen bastante duras con un par de "picos" al 20% y tramos continuados al 13-14% que, con la humedad que hacía en ese momento, se hacía sentir sobremanera.
Paco, Alberto y Juan "el Hierro" en la ermita situada en la cima del Pic de l'Àliga. ¡Gracias por tu simpatía, Juan! Gracias extensibles a todos tus "Dimonis" que tenéis una filosofía "bttera" cojonuda. ¡Un abrazo, Dimonis!
Risas, buen humor, respeto entre todos -al igual que en nuestra Penya- y entre los diferentes grupos y ritmos que se llevaban. Fotos mil de Juan y muy buena zona para pedalear a pesar de que un incendio, hace dos años, ha dejado su huella en varios tramos.
Al final, foto con Juan y Paco en la mini-capilla de la cima del Pic de l'Àliga y regreso por Canyelles en donde nos despedimos del grupo que iba a almorzar, mientras Paco y yo nos acompañamos por la carretera de Vilanova, él dirección "camping" y yo dirección Sitges.
45 km con 902 metros de desnivel positivo acumulado por mi parte a 18,7 km/h de media, llegando a Sitges en buena hora para ir a la playa a que la sal marina me repusiese muscularmente y poder estar preparado para la "revetlla" que...¡espero que hayáis disfrutado todos!
En especial, un abrazo desde aquí para todo el grupo "Dimoni" y, en especial, para Juan por ser como es, su "hiperactividad" total -pedaleando, dirigiendo, haciendo fotos, intentando que todos estén bien en la ruta, etc.- y su buena acogida.
Salgo desde Sitges en dirección al Camping Vilanova Park en donde había quedado con Paco para que me enseñara algo de los senderos y pistas de la zona y, cuando empezábamos lo más duro de la ruta, en dirección al Pic de l'Àliga, entre los términos municipales de Canyelles y Castellet, nos encontramos, subiendo por una dura trialera de piedras, al grupo de "Els Dimonis" que llegaban a cuentagotas -por lo que me explica Paco, es una trialera de piedras con un desnivel importante, lo que explica como iban llegando de "cascados" que casi no podían ni hablar-. Saludamos a un grupo avanzado que ya había llegado, preguntamos por nuestro conocido Juan "el Hierro" y nos dicen "que viene por detrás haciendo fotos". ¡Visitad su "blog" y veréis por qué siempre llega el último en cualquier tramo interesante: se pasa toda la subida haciendo miles de fotos, vaya "crack"!
Paco Sánchez en las primeras rampas duras de la subida al Pic de l'Àliga
Cuando llega él hablamos de nuestro amigo común Jorge, de sus proyectos -es, también, corredor y ciclista de carretera ¡al igual que yo!- y nos dice que, lamentablemente, "los tiene parados por culpa de unos estudios que debe hacer para su trabajo". ¡Qué salgan bien, amigo Juan, ya que lo primero es el "curro" y la familia. La bici se puede disfrutar siempre aunque sea a otro ritmoy con otros objetivos menores!
Foto de Alberto con los primeros componentes de "Els Dimonis" en el cruce de la subida al Pic de l'Àliga con la trialera de piedra que iban subiendo estos "cracks"
Les acompañamos hasta el Pic de l'Àliga, a 470 metros de altitud, con unas rampas iniciales -las que hice con Paco- bastante llevaderas, pero que, en un par de tramos semiasfaltados y en la parte final, se hacen bastante duras con un par de "picos" al 20% y tramos continuados al 13-14% que, con la humedad que hacía en ese momento, se hacía sentir sobremanera.
Paco, Alberto y Juan "el Hierro" en la ermita situada en la cima del Pic de l'Àliga. ¡Gracias por tu simpatía, Juan! Gracias extensibles a todos tus "Dimonis" que tenéis una filosofía "bttera" cojonuda. ¡Un abrazo, Dimonis!
Risas, buen humor, respeto entre todos -al igual que en nuestra Penya- y entre los diferentes grupos y ritmos que se llevaban. Fotos mil de Juan y muy buena zona para pedalear a pesar de que un incendio, hace dos años, ha dejado su huella en varios tramos.
Al final, foto con Juan y Paco en la mini-capilla de la cima del Pic de l'Àliga y regreso por Canyelles en donde nos despedimos del grupo que iba a almorzar, mientras Paco y yo nos acompañamos por la carretera de Vilanova, él dirección "camping" y yo dirección Sitges.
45 km con 902 metros de desnivel positivo acumulado por mi parte a 18,7 km/h de media, llegando a Sitges en buena hora para ir a la playa a que la sal marina me repusiese muscularmente y poder estar preparado para la "revetlla" que...¡espero que hayáis disfrutado todos!
En especial, un abrazo desde aquí para todo el grupo "Dimoni" y, en especial, para Juan por ser como es, su "hiperactividad" total -pedaleando, dirigiendo, haciendo fotos, intentando que todos estén bien en la ruta, etc.- y su buena acogida.
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