Un día de estos mis "compis btteros" me van a matar. Y es que los senderos de Collserola son muy puñeteros y, algunos de ellos, son cuesta arriba. Y si, además, para unir uno con otro tenemos que hacer pistas con algún desnivel de más del 20%.... Las caras de todos eran fiel reflejo de lo que pensaban: "te vamos a matar, cabrón" (cara de José Luis), "¿cuando empezamos a bajar?" (cara de Tomás y Toni), etc. aunque Xavi prefirió decírmelo a la cara: "Estás expulsado de la Penya durante un mes". ¡Tampoco era para tanto, colegas!
En fin, a lo que voy. Salimos Xavi, Toni, Alberto, Tomás, Jordi, Emili, José Luis, Agus, Jorge y Cuñao, acompañados por Antonio y Paco (¡dos más en la Penya y van....!). La salida se retrasó y es que....¡no era para menos al ver la indumentaria ciclista de nuestro Cuñao! ¿Adónde ibas con esas zapatillas de tenis de Ivan Lendl de los años 80? ¿Quién te ha dejado ese "hierro" con dos ruedas con una suspensión delantera bloqueada? ¡¡Espectacular!! Y sino, ved la foto y os lo creeréis. Por otro lado, Xavi apareció, por fin, con la cámara en casco. ¡Estupendo, compañero! No has podido elegir mejor día para grabar a la Penya, con los espectaculares senderos que íbamos a hacer. Pero......¡no va! "¿Qué pasa, Xavi?" "¡Ostia, me he dejado encendida la cámara toda la noche! No tiene pila". Resulta que al apretar las correas de la cámara en el casco, accionó el interuptor sin querer. ¡Buen vídeo de tu sala de estar habrá salido, compañero! En fin, menos mal que el móvil nos sacó algún detalle de la salida.
"Cuñeitor" en estado puro. ¡Mirad las zapatillas que le regaló Ivan Lendl en 1.980! ¡Ideal para la BTT!
El dato positivo, además de ver como aumenta la Penya, era ver a Agus, que, por fin, lo veíamos encima de la "cabra" después del verano y a Jorge, recién estrenado papá, sin muchas ojeras, dándole a los pedales. El dato negativo es que no vimos ni a Saltrinco ni a Doraimon y, los demás, empezamos a deducir (y al final lo conseguimos) quienes eran los demás "anónimos". ¡¡Saltrinco, ¿dónde estás?!!
Salimos hacia Esplugues, donde recogimos a José Luis, Antonio y Paco y nos adentramos en el barrio medieval en dirección al Colegio Alemán para coger el primer sendero: el de la Escuela de Equitación de Sant Just, nada complicado y que servía, sencillamente, para que, al ir por sitio estrecho, nos fuésemos mentalizando de que la salida del día era eso: en fila india y por camino estrecho. En el puente de la Ronda, nos despedimos de Agus, Jorge y Cuñao que, por diferentes motivos, prefirieron hacer una ruta con el Mortirolo como eje central ya que, entre la bici del Cuñao y la primera salida de Agus y Jorge, no era plan "despeñarse" por los senderos que, además, iban a tener su dureza.
Sin incidentes, subimos la masía de la Font Beca, por unas rampas realmente duras -que nos llevan hacia la Plaça Mireia-, con más de un tramo al 20%, necesarias para enlazar con el sendero de Can Fatjó, que haríamos de subida. Por supuesto, al llegar a la entrada del sendero, todos bien calentitos y sudando de lo lindo. Pero, ya empezaba lo divertido. Nada más entrar en el sendero, yendo delante, no se me ocurre otra cosa que bajar de la "cabra" en una parte complicada (que he bajado otras veces. Pero ayer,...¡iba un poco "cagao"!) sin desmontar del todo y, claro, salgo por delante, aunque sin consecuencias.
El sendero, largo y con algún tramo de subida, es, sin duda, el que más me gusta de todos los que hacemos por la Vall de Sant Just, ya que es muy variado y nada complicado, salvo en un par de tramos. Te adentras en zona boscosa que, sobretodo en verano y anocheciendo, es muy recomendable de hacer. Además, el suelo estaba impecable. Mejor que el jueves pasado (salí a inspeccionarlo), con lo cual, los temores de que la humedad nos impidiesen ir cómodos, desaparecieron.
En la parte final del mismo, en vez de girar a las palmeras de Can Fatjó, les hago subir por la trialera de enlace a la pista del bosquecillo de la bañera y, claro, ¡ya empiezan a "remugar" los colegas! Reconozco que no es para menos ya que esa parte final del sendero tiene dos rampas del 26%, a los que se añade la dificultad de ir por zona estrecha con un surco central. Y, allí, para evitar ese surco decido ir por el extremo de la caída de la pista y, claro,...¡al barranco! Menos mal que, tampoco esta vez, tuve incidencia alguna, aunque una buena rascada llevo en la pierna. Me adelantan Jordi y Xavi, pero a la llegada del "escalón" a media subida, todos pie a tierra y comentarios agradables varios: "¡Alberto, cabrooooon!"
Finalizado el sendero reagrupamos el grupo y...¡casi me echan a patadas cuando les digo que hay que seguir subiendo! Ya sabéis, Penya, que en Collserola se sube, se sube y se sube....aunque, luego, ¡bien que os lo pasásteis con lo que restaba!
Hicimos la subida hasta los containers de arriba (Can Cuiàs) y enlazamos, directamente, con el sendero paralelo de la carretera de Molins, donde, sobretodo los "novatos", alucinaban con las vistas a la izquierda de toda la Vall de Sant Just (el día era espléndido y soleado), con el Poni Club, Can Carbonell y Can Padrosa, dominando el centro del valle. Llegamos a la rampa doble final de la subida del Poni Club y, tras reunirnos nuevamente, nos dirigimos a lo divertido de la ruta. Aún quedaba subida, por supuesto, pero ya no era tan exigente.
El cuarto sendero del día fue el de los jabalíes -ya considerado como trialera, sobretodo desde mitad de recorrido-, bastante frondoso tras las lluvias caídas, aunque mejor que días anteriores. ¡Hay que ver como baja esta Penya, con los "novatos" al frente! Aunque no sé si se atrevieron con el tremendo escalón que hay en mitad del sendero, el cual soy absolutamente incapaz de hacer. Pero, todos, sin excepción, llegamos sin problemas. Enlazamos, directamente, con el sendero de Can Oliveras -corto, pero, también, con unas vistas a la izquierda excepcionales- que, tras llegar a la Penya del Moro, nos une con el sendero de la citada Penya, con tal continuidad que, desde que se empieza el de los jabalíes hasta el final de éste, parece que haces uno único....¡Para que digáis que no hay senderos en Collserola y, aún hay más!
Hicimos el sendero a paso tortuga (el mío, y es que, estaba torpe ayer, compañeros. No hay más talento, ¡que le voy a hacer!) Imaginaos los gritos por detrás: "¿Pero quién va delante?", "¡Quitar al "tortuga" ese que nos tapona el camino!", "Alberto, tío, ¿ya sabes montar en bici?". Y es que, a pesar de que el sendero estaba fantástico, me daba por "engancharme" en alguna rama o complicarme en alguna subida. Eso sí, la rampa final del 26% la hicimos casi todos (Toni estaba exultante: ¡la había hecho por primera vez!) menos Jordi que.....¡se empeñó en hacerla con el plato mediano! ¡Y casi lo consigue! Lo dicho, con Ramón de "máquina 1" ya sabemos quien es el "máquina 2"...
Tras reagruparnos en el cruce del Poni al Mortirolo, hicimos la parte "deportiva". O sea, medio Mortirolo con carretera hasta los containers de Can Pasqual. Toque de corneta y, como siempre, cada uno a su ritmo hasta arriba. Jordi me llevó hasta que no pude seguirlo. ¡Tremendo el tío! En las rampas dobles era imposible. ¡A más de 14 km/h! Luego, tuvo el detalle de llevarme en la subida por carretera, aunque yo ya no iba fino. Los demás, bien, como siempre, sobretodo Xavi (¿cuántas horas de "spinning" haces a la semana, bribón?). Las esperas fueron mínimas salvo en el caso de Paco, que lleva poco tiempo con la "cabra".
Y, ¡el remate final! Que menos tras la paliza de los senderos de subida y el tremendo ritmo en Mortirolo y carretera. Tras subir la rampa del Turó de Can Pasqual...¡la trialera del Sot de la Cua del Bacallà! Antes de entrar en ella, me adelanté para hacer un pequeño vídeo de la Penya (salvo Emili que decidió no hacerla y se marchó por la Casa Rosa) y, claro, aquí está puesto, aunque, lo siento, colegas, se me olvidó que lo grababa en vertical. Ya sabéis, ¡girad la pantalla y listo!
Vídeo de la Penya bajando el Sot de la Cua del Bacallà en su parte inicial, la más fácil.
Desde luego, al menos para mí, fue un digno final. Ya sabéis lo mal que bajo, aunque en destreza he mejorado y es muy raro que me caiga. Y, por ello, bajar una trialera complicada (más por las raíces, piedras y el famoso "sillón" a mitad de recorrido que por la pendiente) poniendo solamente un par de veces el pie en el suelo, es una alegría tremenda ya que así, sin bajarse de la "cabra" aprendes, haces cosas diferentes y, encima, disfrutas de lo lindo. Por supuesto, los demás también la disfrutaron -solo José Luis tuvo una caída que, espero, no sea nada importante, además de perder su cuentakilómetros, el cual no sé si recuperó- y los comentarios sobre como pasar el famoso "sillón" ("hay que pasarlo por la derecha", "¡no, mejor saltarlo!", etc.) fueron la base de la espera en los containers de Can Cuiàs.
Y, el remate final y ¡¡séptimo sendero!!: el bosquecillo de la bañera, cómo no, que fue un final estupendo de una salida diferente (os pongo el paso de Jordi y Toni por la famosa bañera). Fueron 30 Km, con más de 15 de senderos, que nos hicieron pasar una salida de BTT de otra forma. ¿Cual será la siguiente que me toque como jefe de rutas? ¡Iros preparando, sobre todo los "novatos": será la Rierada!
Jordi y Toni en la bañera