Pujada al Turó de L'Home

Hoy ha tocado bici de carretera y btt. Jorge y Alberto nos hemos lanzado a hacer la Pujada al Turó de L'Home, en bici de carretera, que organiza, fenomenalmente, el Club Ciclista Sant Celoni, mientras que el resto de la Penya ha hecho su salida dominical con todos los "máquinas" en liza: Ramón, Rosendo, Jordi y Toni (y Andrés, Xavi....). ¡No quiero ni pensar en el sufrimiento que nos hemos evitado! ¿Verdad, Jorge?

Jorge: ¡nueva cima en el bolsillo! ¡Gran subida para ser la primera vez! Y objetivo doble conseguido: ¡bajando de las dos horas!

Alberto con el objetivo conseguido: ¡Pujada al Turó de L'Home, hecha!

Os comento, brevemente -ya que en un "post" reciente ya hablo de las particularidades de la subida-, lo que ha sido la Pujada al Turó. Sobre las 8:00 h, Jorge y yo hemos salido, junto a Sergio -compañero de rutas en carretera de Jorge y miembro del Club Ciclista SEAT. ¡Gran compañero y buena conversación, después, junto a la botifarra y la cerveza al final de la Pujada!- y unos 220 ciclistas más, hacia la cumbre del Turó de L'Home (1.706 metros de altitud), en un día fresco y despejado, sin nada de viento -es habitual que sople de vez en cuando- y sin niebla en la meta -esto sí que ha sido más raro-.

Alberto, Jorge y Sergio, con el Turó de l'Home al fondo -¡lejos, muy lejos!- en la línea de salida en Sant Celoni

Hemos salido con el "plato" a tope, para aprovechar los 4 primeros kilómetros, que son asequibles, y, así, poder situarnos donde nos correspondía. Sergio, Jorge y yo así lo hicimos y, ya pasado el desvío hacia Campins y Santa Fe, nos dirigimos, ya subiendo, hacia Mosqueroles y, a pesar de mirar constantemente hacia atrás, veo que mis compañeros prefieren ir a otro ritmo y, por ello, finalmente, decido seguir a mi ritmo.

Pasado Mosqueroles, iniciamos las primeras rampas duras entre el 9 y el 11 por ciento, cerca de la Costa del Montseny, en el desvío hacia el pueblo de Montseny y, manteniendo el ritmo empiezo a adelantar a varios ciclistas que, ya a esa altura, iban pagando su exceso de energía en ese inicio. El Turó es "puñetero" y hay que saber dosificarse bien.

El día era fenomenal y, gracias a ello, el paisaje, cambiante a medida que ibas ascendiendo, se disfrutaba: pinos al inicio, robles en Fontmartina, para, ya pasados los 1.500 metros de altura, encontrarnos las famosas avetadas del Montseny, con algunos tramos que eran, realmente, túneles naturales de vegetación, en donde tenías que quitarte, prácticamente, las gafas para poder ver algo. ¡Espectacular y gratificante, a pesar del esfuerzo!

Pasada Fontmartina, sobre el km 14, empieza lo realmente duro. 12 km en continua subida, con los últimos 6 -con varias rampas de más de 500 metros y entre el 16 y el 18% de desnivel-, desde el desvío del mirador de les Goitadores, sobre una pista asfaltada en bastante mal estado y que, gracias a nuestro "trabajo" sobre la BTT, lo aguantamos muy bien. La verdad es que me encontré muy cómodo, mucho mejor que cuando lo hice por mi cuenta en julio. El ir entre ciclistas y con una temperatura más fresca, ayuda a mentalizarte mejor.

Llego a meta. Satisfacción enorme. 1h 47' a 14,1 km/h y 1.619 metros de desnivel positivo acumulado, por mi parte. Sergio y Jorge en 1h 59' con su objetivo conseguido, que era bajar de las dos horas. Les hago la foto en la llegada y, como niños pequeños, subimos hacia el Coll Pregon, para observar, en un día clarísimo las bellas vistas del Montseny, con el Matagalls al fondo y Sant Celoni, abajo, muy abajo. Fotos, risas y una bajada de ¡25 km!, a más de 50 km/h, con varios "picos" a 70 km/h, fueron el fin de fiesta pedaleando. No estoy de acuerdo con algunos comentarios de foros que he visitado, en donde se comenta lo "pesado" que es el descenso. ¡Disfruté como un "enano" junto a Sergio y Jorge, adelantando ciclistas y dejándose llevar por la "fina"!

Jorge y Sergio llegando a meta: ¡bajaron de las dos horas!


Alberto, Jorge y Sergio, con la cima del Turó, detrás.

Al llegar al campo de fútbol de Sant Celoni, gran botifarrada, sentados y cómodos dentro del Pabellón anexo al campo, y una buena charla fueron el colofón. Eso y la ¡botella de cava etiquetada con la imagen de la Pujada! ¡A repetir el año que viene!

En cuanto al resto de la Penya, sé lo que os he dicho al principio. Salieron los "máquinas" y el resto de los mortales. No sé nada más, sólo lo imagino.....¡Más de uno debió llegar reventado! ¡Ya me explicaréis y extenderé la crónica!