Salimos desde la RENFE de Hospitalet, a las 07:30h del pasado domingo -¡qué madrugón!- Isi, Alberto, Xavi, José Luis, Andrés, Emili y Jorge a disfrutar de una salida que hacía más de cuatro años que no hacíamos ya que uno de nuestros antiguos miembros de la Penya dejó de salir con nosotros y era el único que la conocía. Por ello, un día que tuve fiesta en el trabajo, decidí hacerla a pie con el plano, para buscar su ubicación exacta y, tras ello, solo quedó el buscar el día más apropiado para realizarla. Lástima que Joan y Ramón, que tanto les gusta meterse en aventuras por en medio del bosque no pudiesen venir. Otro día será.
Bueno, antes de seguir, comentar que el martes anterior había reconocido el recorrido nuevamente, pero ya con la BTT, y el resultado fue desolador (poca agua) y pensaba que la ruta no sería del todo divertida, pero las lluvias del viernes lo arreglaron en parte.
Pero al lío. Primero, los datos: 42 Km y 1.330 metros de desnivel positivo acumulado no son moco de pavo y eso que la parte central de la ruta discurría por las trialeras y senderos de bajada de la Rierada, atravesando torrentes y en medio del bosque; pero..... ¡es que esta Penya está muy fuerte e incluso en un día de diversión hay que tener su parte de deporte! Yo, que llevo unos días con poca bici debido a que participo en carreras a pie, sufrí de lo lindo siguiendo a estos "máquinas" (Isi, tremendo -¡ya te pillaré, ya!-, Andrés -¡claro, una semana de relax sin niña y de vacaciones....!- pasándome como una locomotora en los containers de Can Pasqual, Jorge cogiendo fondo, ya que ha empezado su temporada de "globero", superándome en la parte final de la carretera de Molins y Emili, a pesar de su noche de juerga -"¡menos samba e mais travalhar!"- cazándome en la misma carretera), lo que indica que como se relaje uno un poco, "te la meten doblada". ¡Qué nivel!
Pero hablo ya de la ruta. Tras salir de la RENFE y recoger a José Luis en Esplugues y tras comentar "la nochecita" de Emili y suspirar de alivio por que no venía Albert (al menos las subidas serán "tranquilas"), empezamos la ruta entrando en el Parc de Collserola cerca del Institut de Sant Just Desvern (donde trabaja Xavi) para, tras pasar por el bosquecillo de la ermita de La Salut, iniciar la subida al Coll de les Torres (ahora lo llamamos Mortirolo), por el recorrido más corto, ya que había que ganar tiempo a la ruta y no llegar demasiado tarde a casa.
La idea era subirlo a buen ritmo para tomarnos con la tranquilidad debida la parte de "agua" (ya se sabe: caídas, risas, fotos, más risas....), pero, amigo Isi, ¡no como una locomotora! Tremendo este hombre que, en la parte de las dos rampas dobles finales, me dejó "tirado como una colilla". Aún así, decidimos seguir por la carretera de Can Pasqual sin pararnos (habitualmente paramos al final del Mortirolo para hacer reagrupamiento, pero llevamos ya un tiempo haciendo la subida entera), y, tras "apiadarse", Isi, un poco de mí, acompañándome la primera parte del tramo de carretera, opté por no seguirle y, casi al final, por la izquierda, ¡otra locomotora!, en este caso Andrés pasándome. ¡Vaya paliza y todavía quedaba la subida de regreso! Casi sin tiempo para respirar ya estaban allí el resto con Emili y Jorge a la cabeza.
Llevábamos una hora y 13 Km; luego imaginaros la media y eso que la salida era por diversión.
¡Y ahí empezó lo bueno! En primer lugar 5,5 Km de sendero-trialera en medio del Torrent de Can Mallol, con surcos, raíces, árboles cruzados, ramas y ¡agua! Sí, agua, porque atravesábamos dicho Torrent nada más y nada menos que seis veces. La primera parte la podemos denominar la trialera de Can Bosquets (una casa preciosa, con varias hectáreas y dos caballos muy cerca de La Floresta), muy técnica y donde ya en el primer metro perdimos de vista a Xavi (en algún momento comentamos que ya había llegado a Molins. ¡Cómo baja el amigo!) y los "rígidos" Andrés, Jorge y Emili, junto a José Luis, Isi y yo, intentando no poner pie al suelo, no sólo por orgullo (hace tiempo que lo perdí, tras varios "castañazos"), sino con la idea de entrenar un poco dichos tramos de cara al Cabrerès.
Nos adentramos ya en "materia", o sea en zona de agua, pero, antes de entrar en ella, ¡como no!, las primeras fotos para la posteridad
Emili entrando en el Torrent de Can Mallol
Isi en la misma entrada
Nada más entrar, la primera incidencia: tras la zona donde hicimos estas fotos, nos encontramos la primera bajada complicada, con un gran surco en medio del sendero. ¿Intentamos ir por el mismo? ¡Noooooo! Un gran neumático de camión en medio del mismo nos hizo ir por el borde del sendero cerca de la caída del mismo. Para que luego digan que somos los "btteros" los que "contaminamos" en el parque....
Y tras una zona cercana a Can Bosquets, donde, con seguridad, tienen agua embalsada, llegó la diversión. Las seis veces que cruzamos el torrente fueron divertidos, con más agua que en mi salida del viernes. Y sí, nos lo pasamos en grande, aparte de trabajar un poco de técnica sobre la bici -hay que decir que, después de los años, hemos mejorado ostensiblemente y no tuvimos prácticamente ninguna caída, salvo una de Xavi; eso sí, menos agua que en las ocasiones anteriores, pero la dificultad técnica seguía existiendo y las piedras seguían allí-. Y para muestra que mejor que unas fotos de la zona
José Luis en el primer paso de agua
Andrés en el mismo sitio
¿Qué hace un "globero" en el agua?
¡Jorge en acción! Xavi pasándoselo en grande
¡Realmente divertida la zona! Eso sí, el que esto escribe y, a su vez, fotógrafo y organizador de la salida -¡al final os tendré que cobrar, Penya!- se lo pasó en grande con los "¡uy!" y "¡ay!" de las casi caídas de alguno. Como se dice habitualmente estas imágenes valen más que cualquier palabra.
Los comentarios de los que ya habíamos hecho la ruta eran claros: "Aquí es donde Alberto se cayó en plancha en medio del agua", "Xavi, justo aquí, dio una vuelta de campana" y otros, mientras nuestros "nuevos" compañeros se imaginaban la cantidad de agua que bajaba por este torrente hace sólo ¡dos o tres años! El punto y final era siempre el mismo: "Es cierto lo de la sequía".
Tras acabar esa zona, llegamos al puente de Can Campreciós (que solemos llamar Mortirolo 3; no, si será por Mortirolos) y que es una de nuestras típicas subidas desde la zona de El Papiol hasta el Km 4 de la carretera de Molins a Vallvidrera. Tras pasar por las "casas colgantes" sobre la riera, llegamos al Restaurante de Can Castellví (¡sí!, justo en donde nos parábamos para secar la ropa, calcetines y zapatillas. Ahora no hace falta). Allí nos encontramos los autobuses que dejaban a los participantes de la caminata que organizan Esports As y el Club Muntanyenc de L'Hospitalet y.......¡con la mujer (Cristina) y la hija (Raquel) de Emili! ¡Hala, la familia Fontoba al completo haciendo la Rierada! Pero, Cristina, de verdad, Emili sale a hacer BTT con nosotros, fíate, ¡no hace falta que le sigas para ver lo que hace! Bromas aparte, rápido saludo familiar y, a seguir.
Nos dirigíamos a la zona final de la Rierada, pero antes, para ambientar un poco más la salida, bajamos hacia el Salt d'aigua, espectacular en sus formas y en su entorno y espectacular en la forma que elegimos para pasarlo. Y es que, además de BTT, hacemos excursionismo, senderismo, saltos acrobáticos, natación y...........¡equilibrismo! Y si no mirad las fotos; con lo fácil que lo hizo Isi y nosotros, bueno, en fin.....¡mejor no hago comentarios!
A la derecha, agua; a la izquierda, ¡3 metros de salto!
Isi lo tuvo más claro, ¡por el agua!
Tras ello, hicimos el bonito sendero que nos conducía al puente de Can Planas y, allí, tras la masía, un pequeño desnivel nos llevó a la riera de la Rierada, en la parte que llega a Molins. Ni que decir que fue increíble (aunque había más agua que el pasado martes) ver, sobre todo para Xavi y Andrés, la gran diferencia de caudal de ahora con respecto a otros años, pero, aún así lo disfrutamos. Y más fotos, claro.
Isi liderando el grupo en la Rierada
Emili y Xavi en la Rierada
Ya en Molins, "martirio" de carretera (aunque Jorge estuvo, por fin, en su elemento): 5,5 Km de subida por la carretera de Molins hasta el desvío del sendero de la central eléctrica de Santa Creu d'Olorda y donde probé nuevamente la "medicina" que Isi aplica a los que se atreven a ir a rueda: ritmo constante y duro, sin mover ni un sólo músculo del tronco, mientras yo me retuerzo en mi bici y, claro, en el Km 3 "petada" del que esto escribe y, para colmo, tanto Andrés (Poniéndose fuerte para el Cabrerès, ¿eh? Como este año es con "chip".....¡Que bribón!) como Jorge acabaron de rematarme.
El remate, tras subir desde los containers de Can Fatjó, el Turó de l'Espinagosa y el Turó d'en Cors no pudo ser mejor: unos buenos bocatas regados con cervezas, claras y Coca-Cola,s light (¡hay que ver!, un día de estos Agus, José Luis y un servidor no almorzaremos nunca más con los "light" de la Penya) y unas risas sobre esta salida que, junto al Cabrerès, Sant Joan Despí-Montserrat, Sitges y Can Borrell, debe ser una más de las obligadas cada año y, ahora que nos sabemos la ruta, seguro será así.
1 comentario:
Hola penya¡¡. La verdad, fue un dia genial. Los que no vinisteis os perdisteis una dia divertido. Pero visto que no es tan fuerte las trialeras podemos repetir sin esperar que pasen meses.
Saludos. Andres
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