viernes, 3 de abril de 2009

Cuatro huevos pasados por agua

El título del "post" es correcto, supongo. Si Emili tiene dos y yo, aunque un poquito "negros", todavía conservo mis dos y, a ello, le añadimos el agua, tenemos el "plato del día". Porque, cuando hay que pedalear en medio de una tormenta, hay que llevar los dos huevos bien puestos para pasarlos por tanta agua. Sin duda.

Y, es que no os podéis imaginar el chaparrón que hemos sufrido Emili y yo yendo a......¿a dónde? ¿Quién lo adivina? ¡¡A Sant Ramón, claro!! La verdad, y coña aparte, al menos hoy, nos apetecía y hacía tiempo, por mi parte, que no subía a nuestra querida ermita. Pero, espero que la próxima vez, ¡sea "en seco"! Al final, fueron 33,4 Km a 16,1 Km/h y 690 metros de desnivel positivo acumulado.



Supongo que en el gráfico indentificáis Sant Ramón, ¿no?

Salimos desde casa de Emili, cerca de la Remonta, y, tras coger el río, llegando ya a Sant Boi, empezó a llover. Pequeña parada para ponerme el paravientos y reanudamos la marcha ya que la lluvia, en ese momento, no era demasiado fuerte. Pero, nada más llegar a la subida desde la carretera de Sant Boi a Sant Vicenç, la lluvia empezó a ser un auténtico chaparrón que, en más de un momento, nos impedía ver con claridad y ya no comento la tremenda riada que nos caía cuando nos acercábamos a las primeras rampas de la carretera de Sant Boi a Sant Climent. ¡Impresionante!

Ya pensábamos seriamente ponernos a cubierto. Entre que Emili no llevaba chubasquero -aunque, eso sí, iba con chaqueta de invierno- y yo, que iba de entretiempo, debido a que no hacía frío y que mi paravientos es, eso, para parar el viento, pero no la lluvia intensa, la decisión iba a ser clara. Pero, en ese preciso momento, paró de llover y pudimos hacer la subida a la Ermita sin más problemas e, incluso, hacernos las fotos de rigor que nos hizo, amablemente, un "runner" que ¡iba en manga corta y pantalón corto subiendo por la pista de atrás de la Ermita! Emili: estarás de acuerdo conmigo en que éste los tenía realmente bien puestos.


Emili y Alberto en la Ermita de Sant Ramón

En fin, al menos con la tregua pudimos hablar de lo humano y lo divino -si, realmente, esto último existe- y disfrutar -que, a veces, también toca- de una salida tranquila, suave y de corta duración que el cuerpo, también, lo agradece. Aunque, eso sí, que este domingo, de una puñetera vez, nos deje el agua pedalear un poco....


2 comentarios:

Mosquito Navarro dijo...

Macho, que "huevos" tenéis... y yo esperando a que amaine el temporal...

Plato Pequeño dijo...

Ya veo que os disteis prisa, con esa media de velocidad.