lunes, 26 de mayo de 2008

¡Ya tenemos cámara de vídeo!

Tal y como digo en el título, ya tenemos cámara para grabar nuestras "animaladas" (y otras no tanto). Nos hemos decidido por la ATC 2K de Oregon Scientifics, una cámara sencilla, para empezar. Con una resolución de 640x480, una memoria interna de 32 Mb (que solo da para un par de minutos a alta resolución), complementada por la compra de una tarjeta SD de 2 Gb, que, en máxima resolución, nos permite hasta 1 hora de grabación, suficiente para grabar sectores emblemáticos de nuestras zonas preferidas.



La ATC 2K, nuestra cámara de vídeo

De momento, nos hemos limitado a hacer las grabaciones desde el manillar (la prueba no ha salido demasiado bien, ya que, al no tener la cámara una pantalla de seguimiento, no puedes corregir la posición hasta la salida siguiente; espero lo hagamos mejor la siguiente salida), aunque habrá que probar en el casco, ya que hay que ver cual de las dos posiciones tiene menos vibración sobre la imagen. Aparte de esto, con un buen programa de video subjetivo (he conseguido el Steadyhand, aunque todavía no lo he probado a fondo) y otro de edición de vídeo para poder recortar imágenes inservibles o para reducir el tiempo de grabación y poder "colgarlas" en el blog.

El domingo, salida pasada por agua, lo que, por cierto, nos impidió grabar más cosas con la cámara. Nos limitamos a subir el Mortirolo y, nada más coronar, diluvio que nos hizo bajar lo más rápido posible (con cuidado con el agua, por supuesto) por el Poni hacia Sant Just y a casa.

Salimos Isi, Alberto, José Luis, Joan, Cuñao, Xavi, Emili, Agus y Jorge para hacer 22,3 Km a 14,4 Km/h y 665 metros de desnivel positivo acumulado. A pesar de la lluvia, buen ambiente, todos equipados con el maillot del Cabrerès 2.008 (teníamos idea de hacernos fotos; no pudo ser) y haciéndonos las bromas típicas sobre el Cabrerès: que si yo llegué el último de la larga (amigo Andrés: tienes razón, llegué el último de la Penya en la larga.....¡porque fui el único que la acabó! Los otros dos ciclistas que me citas, y que llegaron antes que yo, no sé quién son ya que nadie de la Penya me adelantó en la pedalada; deben ser otros......); Joan comentando que hay "muchos tramposos" haciendo la Cabrerès; Jorge, coincidiendo con todos, echando "pestes" de los avituallamientos; José Luis y Andrés "fardando" ante el Cuñao de "casi haber ganado la Cabrerès corta" (yo diría la corta de la corta) y otros, pero, siempre con el recuerdo de haberlo pasado de coña y, a pesar del fango y del barro, con ganas de repetir (así lo espero) el año que viene.

Y ya que los vídeos no son buenos para publicar, más fotos del Cabrerés. Y el domingo, no os olvidéis, la Volta als Turons de Sant Just, con un recorrido muy familiar para nosotros y...¡un buen maillot de regalo!
¿Cuántas cervezas se habrá bebido este trío?

Cabrerés 2008: Barro, barro y más barro

La verdad es que los parajes del Cabrerès son una pasada

miércoles, 21 de mayo de 2008

Cabrerès 2008: ¡Ya se acabó!

El título del "post" es escueto, porque no cabe un subtítulo que bien podría ser: "Triathlon del Cabrerès" o "Como entrenar para una triathlon" o alguno más que se nos pueda ocurrir.

Nadar, lo que se dice nadar, nosotros no nadamos, pero ¡nuestras bicis no opinan lo mismo! Yo, al menos, al principio, contaba los charcos (¡algunos hasta nos metían media bici en ellos!) para, luego, en la comida, comentarlo entre todos, pero, sobre todo a partir de Rupit, decidí no hacerlo ya que eran innumerables; pero, correr, caminar e ir en bici (¡aunque poco!) sí que lo hicimos y yo, al menos, tras la dura experiencia, puedo decir que, en cuanto pueda, haré una triathlon de esas. Creo que estoy preparado.

Al grano: Agus, Xavi, Andrés, Alberto, José Luis, Cuñao y Jorge, que nos desplazamos el sábado y Emili, Joan e Isi, que se nos unieron en la misma salida, el domingo, fuimos los miembros de la Penya que nos desplazamos para hacer nuestra segunda gran cita de cada temporada: el Cabrerès 2.008. Como siempre, acompañados de nuestras familias, que, a pesar del mal tiempo, pusieron buena cara y paciencia, aceptando, como cada año, nuestro "hobby bttero". Otra vez, especialmente, mil gracias tanto a las que vinieron como a las que no pudistéis venir. Sin vuestro apoyo, es imposible que podamos disfrutar de la BTT y de nuestra amistad.

El sábado llegamos ya con lluvia y, tras observar como llegaban a meta, tanto los participantes en el Open Provincial como los de la Mini Cabrerès, con barro hasta las orejas y "echando pestes" de la cantidad de fango que se habían encontrado, unos y otros comentábamos que la ruta larga (60 Km) se nos iba a hacer muy pesada y que, la gran mayoría, preferían hacer la pedalada corta (35 Km); solo algunos, en función de como amaneciese, dejábamos en el aire poder decidir.

Tras la cena, como siempre completa, en el Hostal "La Devesa", cerca de Rupit y al borde de la carretera de Roda de Ter a Olot, y perfectamente guiado por nuestra amiga Carmina que, desde el año 2.003, nos acoge para este evento (¡Saludos y gracias desde aquí, de parte de todos!), aderezada con las mil bromas de siempre y con los ¡¡cuatro postres de crema catalana (¿o fueron cinco?) que se zampó el Cuñao!! y los estómagos llenos, nos fuimos a la cama para levantarnos a ¡¡¡las 06:45h!! Más o menos, como cada año, ¡qué madrugón! Aunque para madrugón, el que se dieron Emili, Joan e Isi, que salieron a las ¡¡05:30h!! desde L'Hospitalet. Sin comentarios; creo que no me he levantado a esas horas en toda mi vida.

Costó dormir. Yo, al menos, tardé una hora en terminar la digestión de todo lo que me había metido entre pecho y espalda. Pero sé, de buena tinta, que Andrés (venía, todavía, "tocado" de su caída cuando hicimos la salida al Puig Madrona, pero acabó la Cabrerès, y con nota), teniendo de compañero de habitación al Cuñao, poco durmió. Y es que.......¡¡Cuñao, como se te ocurre obligar a Andrés a dormir con la ventana abierta, en pleno Prepirineo!!

Al día siguiente, buena noticia. No llovía y, a pesar de alguna nube amenazadora y del espectáculo que daba ver la niebla en el valle del Ter, por debajo de nuestras cabezas, podía (y de hecho así fue, en algún momento de la pedalada) salir el sol. Bueno, al menos tomaríamos la salida ya que habíamos comentado por la noche que si, al levantarnos, estaba lloviendo, ¡volveríamos a la cama, con lo bien que se está en ella!

Tras desayunar y, después de ponernos en contacto con Emili, Isi y Joan, que ya habían llegado a L'Esquirol, cargamos las bicis y nos fuimos a realizar la 6ª Cabrerès de la Penya BTT Canigó, con la ilusión de cada año y, al menos yo, en mi fuero interno, pensando que no hubiese tanto barro y que, quizás, se podía hacer la pedalada larga. A ver.........


Caras de sueño a las 7 de la mañana

Aparcamos en el mismo lugar de cada año, y, al observar los campos de alrededor del pueblo ya se podía "mascar la tragedia": barro, suelo muy blando y agua bajando por las calles más empinadas, pero, en general, daba la impresión inicial de que se podía pedalear.

Nos dirigimos a la salida (¡este año, no podíamos salir desde el parking; había que pasar por la alfombrilla de salida que, luego, nos marcaría el tiempo de la pedalada! Lo dicho y que sirva de primera crítica: el Cabrerès siempre ha sido una pedalada para disfrutar, sufrir y sudar sobre una BTT y cada uno ya tiene su propia satisfacción al respecto: unos, con solo disputarla y otros, con mayor compromiso o esfuerzo, con la satisfacción de haber hecho deporte al ritmo que cada uno cree que debe ir. Por ello, el cronometraje sobra. Cada uno ya tiene su propia conciencia para saber qué ha hecho o cuánto tiempo ha realizado) y nos encontramos a Isi, Emili y Joan ya preparados para salir y, a las 08:00h, aproximadamente, iniciamos una nueva Cabrerès.

Tras la primera curva, ya vimos la primera avería: ¡a los 100 metros de salir, un "bttero" rompe la cadena! Visto lo que vino después, mejor haberla roto ahí; pero, desde luego, fue una premonición de lo que vimos después....

Tras salir del pueblo, primera bajada llena de barro (¡uy, que mal rollo!) que, tras 2 Km, nos llevó a la primera subida por pista: barro y regueros de agua por todas partes. Imaginaros el asunto, aunque, en principio, se podía ir pedaleando. Pero, mientras, por detrás, Agus había tenido que retirarse por problemas en el cambio. En esas condiciones y variando de vez en cuando el terreno llegamos, tras atravesar por primera vez el pueblo de Cantonigrós, sobre el Km 12, al primer avituallamiento el cual, a mi parecer, sobraba. Dicho esto, mi segunda crítica: Ya lleva años el Cabrerès en marcha como para no esmerarse en la calidad de los avituallamientos (al fin y al cabo, te cobran 28€; en la próxima Volta als Turons de Sant Just, nos cobran 16€ y también dan "maillot"). Al menos, en los dos avituallamientos en los que me paré (el penúltimo y el último, eso sí, bien situados) constaban únicamente de agua y.....¡¡barritas troceadas compartidas!! Sin comentarios,

Ahí, se iniciaba la parte más bonita desde el punto de vista paisajístico de la ruta y que, desde hace dos años, hacemos en subida (creo que es mejor así que hacerlo en bajada, ya que, de esta última forma, no podías disfrutar de las vistas), alrededor de las "cingleres" sobre el Ter, concretamente sobre los pantanos de Sau y Susqueda, que este año estaban totalmente tapados por un mar de nubes y que hacían que nos sintiésemos "por encima del cielo". Emili, Jorge y yo alucinábamos y nos hicimos la siguiente foto.



Emili, Jorge y Alberto en los desfiladeros del Ter, cerca de los pantanos de Sau y Susqueda


Sobre esas alturas, y en vista de que hacía un tiempo magnífico y llevábamos una buena media, les digo a Emili y Jorge que decido hacer la larga. Al fin y al cabo, si el terreno sigue como en la primera pista (eso creía yo, ¡iluso!), no se haría tan duro y me encontraba bien. Cerca de Rupit, y antes del almuerzo, ¿desvío de la corta? ¡Qué raro! ¿Qué no van a almorzar los de la pedalada corta? ¿No han pagado lo mismo? Bueno, no hago caso y sigo con mi idea de la pedalada larga y, tras llegar a Rupit decido no parar: llevo suficiente comida y no me encuentro cansado. El ambiente es espectacular, tanto en las calles que animan a todos como en la zona del almuerzo con un sinfín de ciclistas almorzando. Decido seguir y, subiendo hacia el cruce de la salida, me encuentro con el cartel de desvío de la pedalada corta (flechas azules) y la larga (flechas amarillas) y la tentación se hace evidente. Pero decido seguir con la esperanza de que, finalmente, en alguna de las dos bajadas que nos quedaban, algún compañero se uniría a mí, pero......¡¡me dejásteis colgado, bribones!!




Joan, Xavi, Emili y Jorge cerca de Rupit

Ya pasada la carretera, nos metemos en una pista con mucha agua, pero ciclable y ya estaba yo de enhorabuena por haber continuado, pero, sobre el Km 33, todo se vino abajo. De ahí, hasta la Collada del Vidrier, todo eran senderos de subida y de bajada (con algún tramo de pista y varios de piedra resbaladiza) que se habían convertido en auténticas pistas de patinaje sobre fango, donde la conducción era casi imposible. Yo, al menos, paré cuatro o cinco veces para, con alguna rama de árbol, quitar todo el barro de ruedas, frenos y carrete de platos y piñones. Suerte del aceite especial para húmedo que llevaba, si no, estoy seguro, no llego montado en la "cabra". Roturas de cadena, cambios, frenos que no frenaban, caídas continuas (yo mismo caí cuatro veces y en una de ellas me clavé el manillar en el muslo izquierdo) y muchos, muchos minutos caminando fueron la constante. ¡Realmente infernal! Si en algún momento podías montarte en la bici ibas "culebreando" de lado a lado de la pista (en los senderos era imposible siquiera montarse) con el único objetivo de mantener el equilibrio y, en cuanto tocabas un poquito el freno de atrás, te ibas al suelo sí o sí.


¡Así fuimos casi toda la pedalada en las zonas de fango y barro!

Además de ello, algunas de las subidas por sendero eran imposibles, incluso en seco tal y como indica mi archivo descargado del GPS, en que algunos picos llegaron a ser del ¡¡28% de desnivel!! Imaginaros con barro y agua. No ví a nadie, en esos sectores, subido a la "cabra". Por ello, ahí va mi tercera crítica: En una pedalada, no es de recibo que se "castigue" a los participantes de la pedalada larga, con unos senderos con semejantes desniveles. Dejarlos para los profesionales de la BTT.

Tras subir caminando (a ratos te podías montar en bici, pero alternando el pedalear con "hacer el patinete") dichos senderos, tocaba bajar por otros parecidos en cuanto a barro, desnivel y estrechez y, en otra bajada por sendero, lo que, en mi modesta opinión, fue el colmo: una "trialera" de DH, sobre el Km 46, para la que, ¡en seco!, necesitarías el casco de la moto y todos los arneses que tiene el Cuñao para tener un poco de valor e intentar bajarla, aunque dudo que un "bttero" popular pudiese bajarla. Para que os hagáis una idea (aparte de que nada más iniciarse había una moto de la organización y, al finalizar la trialera, estaban los enfermeros con una ambulancia), es como el escalón complicado de nuestra querida trialera de la Cua del Bacallà, pero en toda la trialera y con un desnivel diez veces mayor que la Cua. ¿Merece la pena? Otra crítica, la cuarta, por mi parte.

Ya a esas alturas, todos los que ibamos caminando (no vi pedalear a nadie) por esos senderos echábamos pestes de nuestra decisión de hacer la pedalada larga y, al menos en mi caso, solo servía de consuelo, aunque poco, el de estar teniendo otra experiencia (aunque, desde luego, será la última). Yo, y podéis creerme, ya me daba igual hacerla entera o no y la satisfacción del "deber cumplido". Estaba dispuesto, en cuanto llegásemos en algún momento a la carretera, a ir por la "vía de en medio" directamente al pueblo, pero no tuve esa suerte. Estaba hasta el "gorro"; aunque, increíblemente, y a pesar de caminar durante muchos minutos por en medio de un fango que nos hundía hasta el tobillo, las zapatillas todavía entraban en las "calas", mi cambio iba a la perfección y mis "tubeless" agarraban decentemente.

Llegamos al último avituallamento y nos dan buenas noticias: 11 Km para meta con una subida no muy larga en pista (¡por fin!) para acabar con otra trialera menos exigente y más corta. Pero....¡ni subida corta -fueron unos 5 Km inacabables- ni trialera poco exigente ni corta -fueron 2 Km con un fango y con un montón de curvas cerradas que dieron conmigo en el suelo dos veces-! Pero, al menos, y ya viendo desde arriba (habíamos ascendido hasta cota 1.175) L'Esquirol, te podías animar pensando en la llegada, la cervecita, el "maillot"....

Lo mejor de todo fue el último sendero que, aunque con barro, permitía pedalear y dejarse ir -era casi todo en cuesta abajo- y fue lo mejor de esa parte final, aparte el espectáculo de todos los ciclistas que, en la riera de entrada al pueblo, metían la bici, literalmente, dentro del agua, para quitar el barro.

Cuando llego a meta, tras 56,7 Km a 10,2 Km/h y 1.754 metros de desnivel positivo acumulado, ahí estaban mis compañeros y, al menos, me consuelo viendo que ellos lo han pasado igual de mal (ya nos dirán en sus comentarios a este "post"), tanto los que hicieron -parafraseando las rutas que siempre hacemos de nuestro querido Mortirolo o Coll de les Torres- la corta de la corta, la larga de la corta o un servidor que hizo la larga sin más. Al menos, ahí se ven las fotos de todos con el enorme sufrimiento, a pesar de las sonrisas y las cervecitas (Agus y Cuñao, ¿cuántas llevábais ya en el momento de la foto, bribones?).


Todos, menos Alberto que aún estaba pedaleando, felices de haber acabado el "infierno", ¡con unas cervecitas, claro!

Después, lo mejor del deporte, como siempre, y más si se hace en compañía de amigos: una buena comida, con todo tipo de bromas, risas y, por supuesto, buen vino, mujeres (las nuestras, claro está), unos geniales canelones de "Ca la Carmina" y (¿verdad, Cuñao?) unas cremas catalanas de "escándalo" y el comentario de siempre (aunque Joan no tenía claro volver el año que viene, aunque sé que repetirá), a pesar de la ruta, del barro y del tremendo cansancio:

¡¡¡NOS VEMOS EN EL CABRERES 2.009!!


miércoles, 14 de mayo de 2008

Cabrerès 2008: ¡Ya está aquí!



Ya está aquí nuestra pedalada más representativa: el Cabrerès. Este domingo, a las 7:30h (esa siempre es nuestra intención; luego acabamos saliendo a las 08:00h), desde L'Esquirol (o Santa María de Corcó, si eres católico) 60 Km nos esperan a Xavi, Isi, Joan, José Luis, Alberto, Jorge, Andrés y Emili, mientras que Agus y Cuñao (¡no me lo creo, Cuñao; tú debes hacer la larga y olvídate de la cerveza!) harán la ruta corta de 30 Km por los fantásticos parajes de la Serra de Cabrera cerca de los pantanos de Sau y Susqueda, los cuales forman una magníficas "cingleres" cuya vista desde ellas es, sencillamente, espectacular.

Este año, cambios en la ruta. En primer lugar, deberemos llevar "chip" de cronometraje, ya que este año la pedalada es puntuable para la Copa Provincial de BTT; con lo que me imagino que el circuito no será muy "trialero", aunque según el perfil de la ruta, sí se pasará por alguna zona revirada que indica, en el caso de las bajadas, que algo habrá. Pero, nos quedaremos sin ver el Salt de Sallent, sin pasar cerca de la Devesa (el hotel donde estaremos alojados, bien cuidados por Carmina y su personal, como cada año) y, por tanto, sin poder saludar a nuestros familiares y, sobre todo, no podremos bajas las losetas de piedra que nos colocaban en el final de la pedalada, entre Cantonigrós y L'Esquirol, y que eran un buen remate. Yo, particularmente, cabreado por ello, ya que quería probar la "doble", pero, ¡la disfrutaré igual!
Nos juntaremos el sábado varias familias y habrá ambiente, tanto el sábado por la tarde, viendo a los "peques" que harán la Mini Cabrerès, como por la noche en la cena, comentándolo todo.


Foto en la llegada del Cabrerès 2.006 (Agus, Esteban, Andrés, Emili, Alberto y Xavi)

A ver si el tiempo nos respeta, sino......¡ya sabemos que es hacer la Cabrerès con barro! ¡Lo tendremos hasta en las orejas! Espero que no y, por supuesto, haré un "post" largo sobre la pedalada cuando regresemos.

Estos días, han sido de relax; con salidas tranquilas y, seguramente, individuales para terminar de llegar lo mejor posible y bien descansado y, sin olvidarse de los tres plátanos diarios (receta de Andrés para recargar durante la semana previa). Pero, para rematar, el lunes hicimos la última salida, con el Cuñao de jefe de rutas, y, la verdad, por una vez, buen planteamiento del "cervecero": un par de subidas para cargar piernas y carretera de les Aigües en su totalidad en la que hicimos fondo.

Dicho lunes quedamos en la RENFE: Agus, Andrés, Cuñao, Xavi, Alberto, Tomás, Emili, Jordi y Jorge, recogiendo, luego, en Esplugues y Sant Just, a Joan y José Luis. Total: ¡¡11 miembros de la Penya!! Ya se notaba que el Cabrerès estaba cerca....; no se perdonaba ni una salida. Además, tanto Andrés como Emili y yo, "doblábamos" tras la salida tremenda del día anterior con Albert, aunque a Andrés parece que le vino fenomenal; ¡como tiraba en les Aigües junto a Xavi! Pero, luego cuento....

El recorrido fue: RENFE-Carretera esplugues-Rambla Sant Just-Can Pedrosa-Subida a Sant Pere por la Font Beca-Plaça Mireia-Carretera de les Aigües-Subida als Vivers de Can Borni-Carretera a Sant Cugat-Can Cortés-Turó d'en Puig (Mortirolo 2)-Sendero Torre Collserola-Vallvidrera-Turó d'en Cors-Plaça Mireia (almuerzo)-Can Clota-RENFE.

33,1 Km-831 metros de desnivel positivo acumulado-¡¡15,4 Km/h!! ¡Más rápido que el domingo!, aunque hay que matizar que hacer 9 Km por les Aigües sube la media, pero... ¡Déu n'hi do!

Lo más destacado, aparte de que alguno se va acercando, sino ya está dentro, del equipo A (¿eh, Xavi? ¡Menudos sprints me diste!), fueron los 9 Km mencionados con Xavi, Andrés (¡ni con la rodilla tocada podemos con él!), Alberto y Jorge y que nos "marcamos" a 30 Km/h de media en casi todo su recorrido; Jorge y yo manteniendo el ritmo con los dos primeros como podíamos. ¡Así fui yo luego!


Recuperando en el pla de les Maduixeres, tras la tremenda paliza en Carretera de les Aigües

Luego, buenas subidas a Sant Pere y el Turó d'en Cors que nos vino fenomenal a todos. El nivel alto (incluso Agus y Joan que llevaban tiempo sin venir) que hacía que las esperas en los cruces fuesen simbólicas (salvo en los 9 Km mencionados, donde si hubo más relajación en general).

Almuerzo con muchas risas en Plaça Mireia y ultimando lo del fin de semana (espero que Emili y Joan se hayan podido inscribir y, sino, ¡animaros y hacedla con nosotros aunque sea sin dorsal!).
Nos vemos el domingo, ¡quedan cuatro días....!

domingo, 11 de mayo de 2008

¡Dónde están, no se ven......!

Cuatro gotas y....... "¿Dónde estábais, Penya?"nos preguntábamos, a las 08:00h de hoy, cuatro peñistas. Y al grito de "¡dónde están, no se ven...!" nos preguntábamos, también, por la masculinidad de los ausentes. (O sea, para ser más claro: ¡que no había "güevos"!).

En fin que, quizás, si esto de la BTT es muy duro para algunos de vosotros, pues, bueno, entre Emili y un servidor os podemos recomendar, en vez de salir en BTT, algo como ver la tele, dormir hasta las tantas o un poquito de informática como puede ser Internet y recomendaros alguna "web" interesante para vosotros como http://www.nenazas.com/ o algo similar.

Y, para que quede constancia de quien salió a pedalear hoy, a pesar de las inclemencias del tiempo, de la dureza del recorrido, del agua y barro que nos encontramos y del "olor a tierra mojada", fuimos: Albert, Alberto, Andrés y Emili.

Recorrido: RENFE-Carretera Esplugues-Rambla Sant Just-Riera a Sant Feliu-Sant Feliu-Can Gelabert-Penya del Moro-Medio Mortirolo-Containers Can Pasqual-Can Castellví (casa rosa)-Mas Sauró-Les Planes-Centre Informació-Turó d'en Puig (Mortirolo 2)-Parking Tibidabo-Carretera Vallvidrera a Sant Cugat-Carretera de les Aigües-Plaça Mireia-Can Clota-RENFE.
32,7 Km-963 metros de desnivel positivo acumulado-14,9 Km/h.




En cuanto a la salida, ¿qué decir? Cuando va Albert en cabeza y, alguien -hoy me ha tocado a mí- está un poco motivado, pues, eso......¡15 Km/h de media! ¿Qué hay alguno lesionado (Andrés)? ¡Pues, "leña al mono"! ¡Pobre Andrés!, después de 10 días parado, le hacemos ir a tope (eso sí, con contínuas preguntas, por parte de todos, en cualquier instante, para saber como se encontraba; malos compañeros del todo no somos).

Tras salir de la RENFE, y subiendo por Can Clota, nos encontramos a los hermanos de Agus, Jordi y Carlos, que iban a Cerdanyola; supongo que preparando la Pedals de Foc (una ruta por la Vall d'Aran de unos 230 Km y más de 6.000 metros de desnivel positivo acumulado), ¡vaya "máquinas"! Un saludo desde aquí, si nos leéis.

Tras rodear por Sant Feliu las obras que están haciendo en nuestra añorada entrada al Parc de Collserola, cerca del Institut de Sant Just, iniciamos la subida a la Penya del Moro a buen ritmo y, tras descolgar (eso sí, ligeramente) a Emili y Andrés, ya vimos que la motivación de Albert, después de varios días sin salir, y la mía (gracias, sobretodo a que, al no hacer calor, me motivo mejor) iba a llevar con buen ritmo la salida.

En esta zona, a pesar de haber llovido sin parar desde primera hora del viernes hasta las 3 de la madrugada de hoy mismo (Emili nos comentó que a dicha hora cayó un chaparrón importante), el suelo estaba bastante bien (no estaba seco, propiamente dicho, pero la bici no se agarraba nada) y, tras enlazar con el Mortirolo, vimos que esta subida, a su vez, se encontraba perfecta (¡el agua que debe necesitar nuestra Collserola!). Y, como no sólo hay "nenazas" en nuestra Penya, tal y como subrayaba Andrés, por una vez, teníamos todo el Mortirolo para nosotros. ¡Ni un alma subiéndolo, expecto nosotros!

Subimos el Mortirolo, enlazando, como siempre últimamente, con la carretera de Vallvidrera a Molins de Rei, a buen ritmo y con Albert tirando de mí a 17-18 Km/h, ¡sobrado él, resoplando yo! ¡Y Andrés y Emili no llegaron tarde, no! Repito lo que he dicho en varias crónicas: se ha subido mucho el nivel desde que empezamos allá en el lejano 2.001 (¡Ya llevamos ocho temporadas pedaleando y que sean muchas más!).

Nos tomamos un respiro, haciendo los toboganes de la pista de Can Cuiàs, la cual, al estar en la parte más sombría, ya nos ofrecía varios charcos de agua y alguna zona de barro, lo que hacía que la "cabra" se agarrase más al terreno, aunque no se hacía duro. (Tanto Xavi como Andrés y yo mismo recordamos, a veces, aquella Trencacames en Sant Pere de Vilamajor, donde, del barro que había, ¡no podíamos meter ni el plato pequeño!). Pero, ¡que no se diga!, y aunque no hicimos ninguna trialera ni sendero alguno (quedan 7 días para el Cabrerès y queremos llegar "enteros"), sí nos atrevimos con la de Mª José (¡No, Xavi, no! ¡Hoy tampoco estaba; supongo que estaba en la cama. Por cierto, ¡como tú, bribón, que cuando te llamamos para que vinieses a almorzar con nosotros, estabas todavía en la cama! ¡Pero, hombre, si ya eran la 10 de la mañana!).

De ahí, debido a no tener un ruta preparada (claro, no vino el jefe de rutas: ¡Cuñao, rajao!), nos decidimos por hacer la subida del Centre d'Informació y el Mortirolo 2 (Turó d'en Puig). Y, ahí, aunque sin acusarlo en exceso, sí se notaba que la pista estaba blanda y nuestra bici ya se agarraba con consistencia, sobretodo en el tramo entre Casa Juana (la casa donde residió Cinto Verdaguer) y el final de la primera subida a Can Cortés.

Subida a tope, con Albert tirando de mí, y, aunque esperamos un poco, en la cadena de la subida al Turó d'en Puig, a Andrés y Emili, decidimos seguir y volver a coger un cierto ritmo, ¡a más de 18 Km/h! (No sé como responderé mañana; ya estoy esperando la "revancha" de Andrés). Emili y Andrés a poco más de un minuto. Bien por ambos, sobretodo Andrés, tras esos días parado por la lesión.

Bajamos por carretera, cogimos carretera de les Aigües (donde ya encontramos varios ciclistas que decidían salir ante el buen tiempo) y, nos hicimos la foto de rigor en el Mirador dels Xiprers, para constancia de quien salió a pedalear y quién se "rajó".
Bueno, última reflexión: A ver quién se "borra" mañana y a ver que "excusas" nos dáis los que habéis faltado hoy......
¡¡¡¡Quedan siete días........!!!!

lunes, 5 de mayo de 2008

Santa Creu d'Olorda

Ante la ausencia del jefe de rutas de la jornada -como dice Emili: "Joan, te echamos de menos, aparte de que.....¡hay que "estrenar" esa bici nueva!-, ayer ha tocado subir hasta la mismísima Creu d'Olorda, en una ruta más o menos consensuada entre todos.

Recorrido: RENFE-Carretera d'Esplugues-Mas Coscoll-Sendero del Isi (lo hemos "bautizado" así, en honor a tu caída)-Cruce pista Can Gelabert-Penya del Moro-Trialera de La Salut-Bosquecillo-La Salut-Can Marc-Pista asfaltada cementera-Pista Castellciuró-Pista Can Portell-Sta Creu d'Olorda-Turó de la Creu d'Olorda-Gran Cañón-Sta Creu d'Olorda-Sendero fácil de la central eléctrica-Containers Can Pasqual-Can Cuiàs-Turó d'en Cors-Plaça Mireia-RENFE

32,3 Km-900 metros de desnivel positivo acumulado-14,3 Km/h que realizamos Emili, Xavi, José Luis, Cuñao y yo.

Lo más destacado, lógicamente, fue la subida larga, desde Castellciuró hasta el merendero de Santa Creu, que hicimos a buen ritmo; Cuñao y yo, ligeramente por delante y el resto, compacto, detrás, para luego, empalmar con el sendero fácil, pero en constante subida hasta la carretera y luego, con un "sprint" que nos marcamos Xavi, Cuñao y yo, en los containers de Can Pasqual, que decanté en mi favor en el último momento.......¡para ser, ampliamente vapuleado en la subida y en las posteriores pistas del Turó d'en Cors por ambos, sobretodo Xavi! Y es que no se puede provocar al personal.....

Pero, para que Xavi no diga lo de siempre ("hoy no toca subir a la Creu, que ya lo hemos hecho este año y hay que esperar al 2009"), le obligamos entre todos a hacer la clásica subida (corta pero de un fuerte desnivel) desde el merendero de Santa Creu hasta la misma Creu en lo alto del Turó d'Olorda. Y allí, claro está, foto de rigor.



Cuñao, José Luis, Xavi y Emili en la Creu d'Olorda

Salida, que tenía que haber sido relajada tras la "paliza" del jueves (viernes para Ramón y Xavi en Miami Platja, ya que, también, se "cascaron" más de 50 Km.....¡al ritmo infernal del "máquina"! ¡Ya se notó el domingo, Xavi, que, al final ibas como un "tiro"!), rápida y con muy buen ritmo.

Solo un "detalle" de todos. José Luis: está bien que la salida sea de "compis", etc y que nos contemos de todo, pero.....¡deja de hablar un rato y pedalea, bribón! Que como dice el Cuñao, "eres un poco cansino". La "coña aparte", -que sabes muy bien que es eso-, el "ambientillo" que genera todo (pedaleo, conversación, coñas, bromas y otros) que no falte nunca en una salida de esta Penya.

Al final, sorpresa, agradable y desagradable. La agradable es que Andrés, que no podía salir por culpa de su caída del jueves, vino a almorzar con nosotros en Plaça Mireia (se está de maravilla, ahora que hace buen tiempo y, gracias a ello, tanto Joan como José Luis pueden quedarse a almorzar con nosotros). La desagradable es que, al parecer, nuestro compañero sufre un fuerte golpe con derrame en la rodilla izquierda que, esperemos, no sea nada y pueda estar en el Cabrerès. ¡Animo, Andrés!

La otra noticia es que ya hay más miembros de la Penya apuntados para la Volta als Turons, del próximo 1 de junio. José Luis, Cuñao y Emili se unen a Xavi y a mí, mientras que, creo, Andrés podrá venir. ¡A ver el resto si me vais a fallar!

El domingo que viene es la última salida antes del Cabrerès y haremos algo suave, evitando -en principio, porque luego ya se sabe......- trialeras y senderos para que nadie se lesiones antes de una de nuestras grandes citas anuales.




jueves, 1 de mayo de 2008

¡Ya hemos hecho el Cabrerès!

Como indica el título, sí, ya no hace falta que vayamos a hacer el Cabrerès; ¡ya lo hemos hecho aquí!. ¡Que paliza! Lo siento, compis. Creo que nos hemos pasado un poco con la ruta.

¡¡¡62,5 Km-1.720 metros de desnivel positivo acumulado-14,3 Km/h!!! son unos datos "mu bestias", que diría el Cuñao. Porque sí, "que la ruta sea tranquila, ¡eh!"; "Isi, Cuñao y Andrés, dejaos de piques y tranquilos, ¿vale?", a lo que los interpelados contestaban que "sí, hombre, yo también quiero una salida tranquila".



Pues que alguien me diga como es una salida tranquila con esta distancia y este desnivel, ¡a más de 14 Km/h! Y es que nadie perdona.

Resumo un poco la salida, con algunos detalles de la misma:
Recorrido: RENFE-Carretera Esplugues-Can Coscoll-Penya del Moro-Trialera de subida a la pista del Poni-Medio Poni Club-Sendero hacia Can Cuiàs-Containers Can Cuiàs-Can Castellví (casa rosa)-Bajada Turó de Can Balasc-Trialera a Can Bosquets-GR-96 a Vallpineda-Can Modolell-Puente del Mortirolo 3-Can Castellví-Turó de Batllivell-Bajada Bosc dels Lladres-Puig Madrona-La Salut-Les Escletxes de El Papiol-Coll de l'Amigonet-Salt d'aigua de La Rierada-Puente de Can Planas-La Rierada (parte final)-Molins de Rei-Carretera a Vallvidrera-Pista Can Tinturé-Can Barça-Cruce pista Castellciuró-Subida Sta Creu d'Olorda-Trialera subida central eléctrica-Bajada de la Sargantana-Mortirolo (Coll de les Torres)-Containers Can Cuiàs-Pista de l'Espinagosa-Carretera de les Aigües-Pista asfalto antena Sant Pere Màrtir (la guinda)-Plaça Mireia-Can Clota-RENFE.

Como véis, salida dura y larga con cuatro puertos (Penya del Moro+Poni Club, Puig Madrona, Sta Creu d'Olorda y Mortirolo+Guinda) que nos han convencido a todos, sin ninguna duda, de que estamos preparados para el Cabrerès y para lo que haga falta.

A las 07:30h hemos quedado en la RENFE: Isi, Andrés, "los Albertos", Cuñao, Emili, Jorge y Jordi (amigo de Tomás y que, yo he conocido hoy. Comento lo mismo que con Tomás: a ver si va a más tus presencias y te integras con nosotros), recogiendo, ya en la carretera d'Esplugues, a las 07:45h, a José Luis. O sea, menos Ramón, cuatro de "los cinco magníficos" del equipo A. El resto, claro, ya en la RENFE, y por si acaso, ya hacíamos algún que otro comentario "al aire" por si nos oían: "¿Iremos tranquilos, no?". Yo, por mi parte, como era el jefe de la ruta, pensaba que podría "frenarlos" con no seguirlos (tendrían que parar en los cruces, suponía....).

Nada más entrar en Can Coscoll, primer incidente: Isi, al suelo. En la zona de salida del sendero para encarar la subida a la Penya del Moro, se le fue la "cabra" y se hizo un buen golpe en la cadera derecha. Todos preocupados le preguntamos si se encontraba bien. Al contestar que sí, el comentario del algunos (aunque para sus adentros) fue claro: "¡Mierda, puede continuar!".

Pero, al menos, iría un poco "tocado" y claro, ante tal situación, una mente calenturienta empieza a pensar: "Isi, tocado -un "magnífico" eliminado-. ¿Y si me "cargo" a otro? ¡A ver si hay suerte!". Entonces, inspirado por el hecho de poder hacer una carrera tranquila, y en la zona de piedra de la parte final de la subida a la Penya del Moro, cuando íbamos todos caminando ya que alguien hizo un tapón en la misma, subo a la bici, intentando arrancar y, ¡ahora es el momento! Hago como que salgo mal y, sin querer, se me va la rueda delantera y......¡atropello a Andrés en toda regla! "¿Me lo he cargado o no?"; "¿Andrés, estás bien?". Mi compañero me dice que sí. Y, claro, vuelvo a pensar: "¡Mierda otra vez!" En fin, que por mucho que lo intentase, no nos íbamos a quedar solos los del equipo B, C.....etc. ¡Resignación!

Encaramos, tras el sendero de la Penya, la subida del medio Poni Club y, allí, ya vi que, mi predicción de una media de 12 o 12,5 Km/h podía ya olvidarla. ¡Qué fuerte está esta gente! Sin ir demasiado deprisa, con buen ritmo y buena respiración lo subimos prácticamente juntos, aunque Isi, Albert (en menor medida; lleva unos días a tope en "la feina" y no descansa lo que él quisiera) y Andrés ya mostraban el culotte a los demás.

Hicimos el sendero paralelo y, tras los containers de Can Cuiàs, nos fuimos hacia Can castellví, subiendo la trialera de Mª José (tampoco la vimos esta vez) y, tras bajar hacia Can Balasc, cogimos la trialera de Can Bosquets, una trialera muy variada con surcos, alguna raíz y mucha piedra que nos sirvió para hacer un poco de técnica de bajada y una parte de sendero y que nos conduce hacia Vallpineda y a La Rierada.

Allí, pinchazo de Jordi (según él el primero de toda su vida). Ya temía que la ruta volviese a convertirse en una nueva clase de mecánica, pero.... de algo sirvieron las del domingo pasado. Emili hizo un cambio de neumático que ni un Ferrari; eso sí, al menos, Jordi esperó a todos, recogió sus herramientas y su cámara pinchada y dió las gracias. ¿Eh, Cuñao? Aparte esta broma, por supuesto, detallazo del Cuñao en uno de sus comentarios, disculpándose de lo del domingo pasado.

Lo dicho, tras reanudar la marcha, y en uno de los surcos finales de la trialera, Andrés pierde el control y ¡casi se va barranco abajo! Suerte que cayó encima de un montón de hierba y, doble suerte, que debajo de ella no había ninguna piedra, con lo que solo se quedó en unos rasguños sin importancia. ¡Ah!, y que conste, ¡yo no le tiré, vale!

Subimos por el GR-96 atravesando los bonitos chalets y el bonito bosque de Vallpineda, una zona bien cuidada y donde se respira tranquilidad y, de ahí, bajamos, por una peligrosa pista de tierra llena de grava, en la que las bicis parecen hacer patinaje sobre hielo en cada frenada, para llegar a Can Modolell y al puente del inicio de la subida del Mortirolo 3 (Pista de Can Furriola) y al Restaurante de Can Castellví.

Ya llevábamos 20 Km pero, con el respiro de la bajada de Can Balasc, estábamos todos bastante enteros. En principio, la idea era llegar sobre las 12:00h, pero el pinchazo y el par de caídas, junto a alguna espera en los cruces a los rezagados (digo rezagados, pero la espera ¡no era más de un minuto!), me hacía calcular una media hora más.

Ibamos bien de agua y alimentos y nadie necesitó repostar en Can castellví, así que empezamos la subida de 1,5 Km al Coll de Batllivell, una subida rápida y que, tanto Isi como yo decidimos hacer a buen ritmo. Isi, porque siempre sube así y yo, porque quería ver como estaban mis cuádriceps, después de un buen "tute" entre lunes y martes (o sea, saber si estaba recuperado). La conclusión era que....¡ya podía estar recuperado que con los "magníficos" no iba a poder! Así que decidí, para el resto de la ruta, ir más tranquilo y rezar para que estos "monstruos" no acelerasen más, pero.....

Tras el Batllivell y un pequeño tramo de subida hacia el Coll d'en Faura, hicimos lo más divertido de la salida y, a su vez, lo más relajante: la bajada del Bosc dels Lladres hacia Rubí. Emili, que iba detrás mío, coincidía conmigo, ya que es una bajada "limpia" (o sea, sin piedras, surcos, etc) y, sobretodo, salvo una curva a derechas, todo en línea recta. A mí, particularmente, cada vez que voy en verano a esa zona, me encanta hacerla ya que coges buena velocidad y el aire fresco te relaja y te recupera para poder encarar la subida al Puig Madrona.

Y, tras pasar cerca de Can Montmany -que tiene una trialera-sendero, que se inicia justo enfrente de la cadena de la pista al Puig Madrona muy técnica y, sobretodo en invierno, con agua (ya la haremos algún día)-, iniciamos la subida por la parte norte hasta la cadena del Puig Madrona; rampa de más del 18% que casi todos hicimos con plato pequeño, ¡menos Isi, que además nos jaleaba a los demás para seguir su ejemplo! No hay que decir que no le hicimos ni caso.....Había que reservar fuerzas; todavía no llevábamos ni 30 Km.

Nos reagrupamos en la cadena del ascenso al Puig Madrona. Una subida de 1,2 Km con rampas del 15% y la del final de más del 17% que, en principio, no se puede comparar ni a la del Poni Club ni a las "míticas" de la Sargantana o las escaleras de Sta. Creu, pero que, debido a ello, es casi peor, porque si estás un poco en forma, como nosotros, te "obligas" a llevar un cierto ritmo y, en una salida larga, lo puedes pagar. Yo, al menos, empecé a subir junto a Isi (¡otro craso error de los míos, mientras Albert era más cauto y nos seguía a unos 15-20 metros!) y, por cabezota, hice la rampa final con el plato mediano, tal y como Isi nos animaba. ¡No pienso hacerte más caso, compañero! Al menos, al ir delante, luego puedes recuperar algo gracias a la espera.

Por supuesto, al llegar todos arriba, sobre todo Emili, Jorge, José Luis, Cuñao y Jordi, que no habían estado nunca, alucinaron con la vista fantástica que hay desde la cota, con Castellbisbal enfrente y Martorell y Montserrat al fondo. Hasta los "seateros" descubrieron desde allí su lugar de trabajo. ¡Que vista de pájaro la del Cuñao, además de la de lince depredador cuando se pica y nos machaca (de momento, ¡ya veremos luego, "pájaro"!) subiendo sin piedad.

Además, y tras beber y relajarnos un poco, claro está, hicimos foto de recuerdo para los que no habían estado nunca, mientras Albert y yo comentábamos los senderos y trialeras que hay alrededor de esa zona y que es una pena que, por estar tan lejos, no podamos hacer algún domingo. Bueno....¡alguno de podrá hacer!



Reanudamos la marcha por el largo descenso que pasa por La Salut de El Papiol, y llegamos a la Font de les Escletxes, donde, por cierto, estaban calentando los participantes de la Cursa de Muntanya de El Papiol, y, tras rellenar bidones (justo en el Km 30 de la ruta), empecé a rezar para que no me "colgasen de el palo mayor", porque empezarba lo más duro de la ruta.
Subimos hasta el Coll de l'Amigonet (una subida suave que iban a realizar los participantes de la Cursa que he mencionado) y, tras atravesar la Rierada, cerca del Salt d'Aigua, pasamos el puente de Can Planas para dirigirnos a la parte final de la Rierada, con idea de mojar al Cuñao y alguno más, tal y como hicimos en la salida anterior, pero la decepción fue enorme. No había ni una cuarta parte de el agua que nos habíamos encontrado en aquella salida. Un charquito y poco más; así que las bicis salieron de allí totalmente secas.
Llegamos a Molins e iniciamos la subida por la carretera a Vallvidrera, para, en el Km 0 de la misma, entrar en la pista que nos lleva a Can Tinturé y, después, a Sta. Creu d'Olorda y, claro está, si sales de cota 15 a cota 450, se puede pensar perfectamente, el desnivel que nos íbamos a encontrar en tan poco kilometraje. ¡Tremendo!
En principio, Albert y yo (yo por conocimiento de la pista y Albert fiándose de mí) empezamos detrás del grupo. Los compañeros restantes, delante y al ritmo de Isi. ¡Buf, no sé que va a pasar!, pero el caso es que mientras se iba empinando la pista, ya todos decidimos no seguir al jefe de filas del día. Tanto Cuñao como José Luis, Jorge, Jordi y Emili, decidieron levantar un poco el pie. Había que reservarse.
Al llegar a Can Tinturé, cogimos el desvío de Can Barça para llegar al cruce con la pista de Castellciuró a Sta. Creu y, definitivamente, las tres rampas duras que nos encontramos, nos hicieron "romper las hostilidades" y, cada uno, prefirió poner su ritmo para llegar arriba lo más cómodo posible. Y, claro, por delante, el equipo A, pero ¡sin el Cuñao! No sé si se reservaba o, como decía Andrés, "tenía el efecto rebote de la carnitina". ¡Que mal pensao! Yo iba detrás de ellos a unos 50 metros y el resto, de uno en uno, fueron llegando hasta el merendero. Pero Jordi, finalmente, y, por falta de experiencia seguramente (no comió durante la salida y eso se acaba pagando), "petó" llegando casi 10 minutos más tarde.
Debido a todos los retrasos (pinchazos, caídas, reagrupamientos, "petada" de Jordi), Isi y José Luis, junto con Jordi, decidieron ya dar por finalizada la salida. Tampoco estuvo nada mal para ellos (aunque desconozco cuántos Km totalizaron; ya me comentarán).
Los demás.....¡aún quedaba! Tras el sendero, en subida, de la central eléctrica de Sta. Creu, con su famosa rampa del 20%, nada más empezar el mismo, y que solo subimos Albert y yo (igual alguno más podría haberlo hecho pero Andrés puso el pie en el mismo y "barró" el camino a los demás. ¡Ay, esa rígida!), bajamos por la Sargantana y.....llamada de su mujer a Albert. Se para. Le decimos que le esperamos en la Torre del Bisbe. Pero, cuando bajan (yo iba el último del grupo, detrás del Cuñao), Emili y Jorge (¡bribones!) se dicen: "¡Venga, a tope, que dejamos "tirado" al Albert! Se largan; cuando llego a la Torre decido esperar a Albert. "Mira que compañeros tenemos, Albert. Se han largado para "ganarnos" en el Mortirolo". ¡Después de casi 50 Km todavía tenían ganas de guerra!
Por supuesto, Albert, que no piensa ceder su estatus, me llevó a más de 12 Km/h por el Mortirolo para intentar cazarlos. Tras unos 800 metros de la subida de 2 Km que hay desde la ermita de Santa Margarida (donde empieza realmente la subida final desde un tramo de cemento) hasta el Coll de les Torres (la meseta que hay al lado de la carretera), decido ir a mi ritmo, que fue de ¡más de 10 Km/h! (repito que ya llevábamos casi 50 Km, a casi 14 Km/h de media), y veo, impotente e impertérrito, como Albert se marcha y, finalmente, ¡casi los atrapa a todos! Y eso que empezó con tres minutos de diferencia.
Cuando llegué arriba, ya llevaban todos un rato hablando (¡ya os esperaré yo otro día, bribones! ¡¡Venganza, Albert!!).
Bajamos por la carretera hasta los containers de Can Cuiàs y, tras pasar por la pista de l'Espinagosa, en la que Andrés nos volvió a obsequiar con otra "exhibición" de potencia que nos obligó a todos a poner, casi, el plato grande (Acabo de hablar con él, y, al parecer, de la caída en la trialera de Can Bosquets, tiene un golpe importante en la rodilla y deberá descansar unos días. ¡Mejórate, compañero, no te pierdas el Cabrerès!). Llevábamos ya 52 Km y, todavía, faltaba subir la "guinda".
Y, finalmente, el remate. Yo, la verdad, yendo por la carretera de les Aigües, detrás del grupo que iba a más de 25 Km/h (nada del otro mundo, pero yo ya no estaba para alardes con el plato grande), todavía no sé, ni me acuerdo, de como pude tener algo de fuerza para ir delante en la subida a la "guinda" (bautizo de Emili a la subida por asfalto a la antena del Turó de Sant Pere Màrtir), pero, tras bajar y llegar a la Plaça Mireia, a Emili y un servidor nos dio un "ataque de locura ciclista" y, tras decirnos mutuamente que, todavía nos haríamos 20 Km más (¡qué ilusos!), nos queríamos proponer ir hasta la Ermita de Sant Ramón.
Luego, claro está, miramos el reloj (y yo también a mis piernas, que me contestaron que si estaba loco), y pensamos que a las 12:30, después de casi 5 horas en la "cabra" (aunque realmente, fueron 4h 24' de pedaleo real), era mejor volver a casa.
Y, así, con una tremenda alegría, por haber hecho un Cabrerès 17 días antes del oficial, nos despedimos. Solo tres palabras: ¡Con dos cojones! (Por cierto, que las noticias de este "blog" son de toda la Penya y las cosas que hacen en BTT y, por ello, sé que hoy, lunes, Xavi ha salido y se ha entrenado con.....¡Ramón! en Miami Platja. ¡Eso sí es tener dos cojones! ¡Que te haya sido leve!)