miércoles, 23 de julio de 2008

Dos debutantes en el Matamachos

Ayer, martes, tras la nocturna, retomamos nuestras salidas vespertinas, como siempre con buen rollo (tanto el de ambiente como el verbal. ¡Hay que ver lo que hablamos a la vez que pedaleamos y eso que la salida fue dura!).

Alas 19h, en la RENFE, quedamos Alberto, Tomás y Jordi, a los que se unió Andrés, a las 20:30h, en los containers de Can Pasqual. La ruta fue: RENFE-Can Clota-Barrio medieval de Esplugues-Colegio Alemán-Ermita de Sant Just-Puente de madera-Instituto Sant Just-Can Gelabert-Bosquecillo La Salut-Mortirolo largo-Pista cementera-Subida Cementera-Creu d'Olorda-Merendero Santa Creu-Carretera Molins-Containers Can Pasqual-Can Castellví-Mas Sauró-Pantano de Vallvidrera-Subida Punto Verde-Vallvidrera-L'Espinagosa-Turó d'en Cors-Pista Matamachos-Bajada asfalto de Sant Pere-Carretera de les Aigües-Plaça Mireia-Nestlé-Can Clota-RENFE. En total 35,6 Km-14,1 Km/h-1124 metros de desnivel positivo acumulado.



Al principio, con los "autobuseros" en marcha (¡juventud al poder! Cuando estos dos cojan fondo, nos vamos a enterar...), haciéndome sudar de lo lindo (¡cómo se nota la edad hasta que calientas!), subimos a toda leche Can Clota y la subida al Colegio Alemán, así como la primera parte del Mortirolo y, claro está, una vez pasada la cadena de la larga, al estar ya calentado, empecé a coger ritmo y me encontré mejor, aunque ellos no cedían.

El ritmo fue tremendo hasta el final de la subida de la cementera, cuando, ya empezado el Km 10-12 empezaron a ceder (me recuerdan a José Luis: a tope al principio y luego, una vez pasados los kilómetros, cediendo...¡Hay que hacer más fondo y menos series cortas, pareja!). Subimos a la Creu (yo no había subido nunca en una salida de tarde) y la vista era espectacular, mucho más atractiva que durante el día.

Tras bajar por donde habíamos subido nos fuimos al merendero de Santa Creu d'Olorda a reponer agua y, subimos (en mi caso a tope) por la carretera hasta los containers de Can Pasqual para recoger a Andrés. De ahí, por Mas Sauró, al Pantano de Vallvidrera. Han puesto de nuevo el agua, tras la finalización del decreto de sequía. Tomás y Jordi, que pasaban por primera vez por allí, se maravillaron del lugar. La verdad es que, desde que lo han remodelado, el Pantano ha ganado en vistosidad y, también en fauna, y es una gozada ir con los niños a ver y oír las ranas y renacuajos que lo pueblan.

Subimos a buen ritmo la pista del Punt Verd de Vallvidrera hasta la plaza central del pueblo y, desde allí, tras pasar por el Turó d'en Cors, Andrés y un servidor nos llevamos a Tomás y Jordi a......¡"desvirgarlos" en el Matamachos! (desde el punto de vista ciclista, claro). Y, claro está, el comentario mío fue el de siempre: "Aquí, el que ponga el pie en el suelo: mariquita". ¿Qué pasó? ¡Los dos debutantes, pie al suelo! Me imagino el regocijo de Agus (que le costó lo suyo llegar arriba las primeras veces pero que ya lo domina) cuando lea esto y, claro está, compañeros Tomás y Jordi; ¡la que váis a recibir en la próxima salida!

Bromas aparte, buen ambiente y buen ritmo (¡Déu n'hi do!) para ser una salida de fin de temporada. Menos mal que en agosto se descansa.... Y, claro, pareja de dos:¡a entrenar para subir el Matamachos! Sino ya sabéis lo que sois.......

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