miércoles, 21 de mayo de 2008

Cabrerès 2008: ¡Ya se acabó!

El título del "post" es escueto, porque no cabe un subtítulo que bien podría ser: "Triathlon del Cabrerès" o "Como entrenar para una triathlon" o alguno más que se nos pueda ocurrir.

Nadar, lo que se dice nadar, nosotros no nadamos, pero ¡nuestras bicis no opinan lo mismo! Yo, al menos, al principio, contaba los charcos (¡algunos hasta nos metían media bici en ellos!) para, luego, en la comida, comentarlo entre todos, pero, sobre todo a partir de Rupit, decidí no hacerlo ya que eran innumerables; pero, correr, caminar e ir en bici (¡aunque poco!) sí que lo hicimos y yo, al menos, tras la dura experiencia, puedo decir que, en cuanto pueda, haré una triathlon de esas. Creo que estoy preparado.

Al grano: Agus, Xavi, Andrés, Alberto, José Luis, Cuñao y Jorge, que nos desplazamos el sábado y Emili, Joan e Isi, que se nos unieron en la misma salida, el domingo, fuimos los miembros de la Penya que nos desplazamos para hacer nuestra segunda gran cita de cada temporada: el Cabrerès 2.008. Como siempre, acompañados de nuestras familias, que, a pesar del mal tiempo, pusieron buena cara y paciencia, aceptando, como cada año, nuestro "hobby bttero". Otra vez, especialmente, mil gracias tanto a las que vinieron como a las que no pudistéis venir. Sin vuestro apoyo, es imposible que podamos disfrutar de la BTT y de nuestra amistad.

El sábado llegamos ya con lluvia y, tras observar como llegaban a meta, tanto los participantes en el Open Provincial como los de la Mini Cabrerès, con barro hasta las orejas y "echando pestes" de la cantidad de fango que se habían encontrado, unos y otros comentábamos que la ruta larga (60 Km) se nos iba a hacer muy pesada y que, la gran mayoría, preferían hacer la pedalada corta (35 Km); solo algunos, en función de como amaneciese, dejábamos en el aire poder decidir.

Tras la cena, como siempre completa, en el Hostal "La Devesa", cerca de Rupit y al borde de la carretera de Roda de Ter a Olot, y perfectamente guiado por nuestra amiga Carmina que, desde el año 2.003, nos acoge para este evento (¡Saludos y gracias desde aquí, de parte de todos!), aderezada con las mil bromas de siempre y con los ¡¡cuatro postres de crema catalana (¿o fueron cinco?) que se zampó el Cuñao!! y los estómagos llenos, nos fuimos a la cama para levantarnos a ¡¡¡las 06:45h!! Más o menos, como cada año, ¡qué madrugón! Aunque para madrugón, el que se dieron Emili, Joan e Isi, que salieron a las ¡¡05:30h!! desde L'Hospitalet. Sin comentarios; creo que no me he levantado a esas horas en toda mi vida.

Costó dormir. Yo, al menos, tardé una hora en terminar la digestión de todo lo que me había metido entre pecho y espalda. Pero sé, de buena tinta, que Andrés (venía, todavía, "tocado" de su caída cuando hicimos la salida al Puig Madrona, pero acabó la Cabrerès, y con nota), teniendo de compañero de habitación al Cuñao, poco durmió. Y es que.......¡¡Cuñao, como se te ocurre obligar a Andrés a dormir con la ventana abierta, en pleno Prepirineo!!

Al día siguiente, buena noticia. No llovía y, a pesar de alguna nube amenazadora y del espectáculo que daba ver la niebla en el valle del Ter, por debajo de nuestras cabezas, podía (y de hecho así fue, en algún momento de la pedalada) salir el sol. Bueno, al menos tomaríamos la salida ya que habíamos comentado por la noche que si, al levantarnos, estaba lloviendo, ¡volveríamos a la cama, con lo bien que se está en ella!

Tras desayunar y, después de ponernos en contacto con Emili, Isi y Joan, que ya habían llegado a L'Esquirol, cargamos las bicis y nos fuimos a realizar la 6ª Cabrerès de la Penya BTT Canigó, con la ilusión de cada año y, al menos yo, en mi fuero interno, pensando que no hubiese tanto barro y que, quizás, se podía hacer la pedalada larga. A ver.........


Caras de sueño a las 7 de la mañana

Aparcamos en el mismo lugar de cada año, y, al observar los campos de alrededor del pueblo ya se podía "mascar la tragedia": barro, suelo muy blando y agua bajando por las calles más empinadas, pero, en general, daba la impresión inicial de que se podía pedalear.

Nos dirigimos a la salida (¡este año, no podíamos salir desde el parking; había que pasar por la alfombrilla de salida que, luego, nos marcaría el tiempo de la pedalada! Lo dicho y que sirva de primera crítica: el Cabrerès siempre ha sido una pedalada para disfrutar, sufrir y sudar sobre una BTT y cada uno ya tiene su propia satisfacción al respecto: unos, con solo disputarla y otros, con mayor compromiso o esfuerzo, con la satisfacción de haber hecho deporte al ritmo que cada uno cree que debe ir. Por ello, el cronometraje sobra. Cada uno ya tiene su propia conciencia para saber qué ha hecho o cuánto tiempo ha realizado) y nos encontramos a Isi, Emili y Joan ya preparados para salir y, a las 08:00h, aproximadamente, iniciamos una nueva Cabrerès.

Tras la primera curva, ya vimos la primera avería: ¡a los 100 metros de salir, un "bttero" rompe la cadena! Visto lo que vino después, mejor haberla roto ahí; pero, desde luego, fue una premonición de lo que vimos después....

Tras salir del pueblo, primera bajada llena de barro (¡uy, que mal rollo!) que, tras 2 Km, nos llevó a la primera subida por pista: barro y regueros de agua por todas partes. Imaginaros el asunto, aunque, en principio, se podía ir pedaleando. Pero, mientras, por detrás, Agus había tenido que retirarse por problemas en el cambio. En esas condiciones y variando de vez en cuando el terreno llegamos, tras atravesar por primera vez el pueblo de Cantonigrós, sobre el Km 12, al primer avituallamiento el cual, a mi parecer, sobraba. Dicho esto, mi segunda crítica: Ya lleva años el Cabrerès en marcha como para no esmerarse en la calidad de los avituallamientos (al fin y al cabo, te cobran 28€; en la próxima Volta als Turons de Sant Just, nos cobran 16€ y también dan "maillot"). Al menos, en los dos avituallamientos en los que me paré (el penúltimo y el último, eso sí, bien situados) constaban únicamente de agua y.....¡¡barritas troceadas compartidas!! Sin comentarios,

Ahí, se iniciaba la parte más bonita desde el punto de vista paisajístico de la ruta y que, desde hace dos años, hacemos en subida (creo que es mejor así que hacerlo en bajada, ya que, de esta última forma, no podías disfrutar de las vistas), alrededor de las "cingleres" sobre el Ter, concretamente sobre los pantanos de Sau y Susqueda, que este año estaban totalmente tapados por un mar de nubes y que hacían que nos sintiésemos "por encima del cielo". Emili, Jorge y yo alucinábamos y nos hicimos la siguiente foto.



Emili, Jorge y Alberto en los desfiladeros del Ter, cerca de los pantanos de Sau y Susqueda


Sobre esas alturas, y en vista de que hacía un tiempo magnífico y llevábamos una buena media, les digo a Emili y Jorge que decido hacer la larga. Al fin y al cabo, si el terreno sigue como en la primera pista (eso creía yo, ¡iluso!), no se haría tan duro y me encontraba bien. Cerca de Rupit, y antes del almuerzo, ¿desvío de la corta? ¡Qué raro! ¿Qué no van a almorzar los de la pedalada corta? ¿No han pagado lo mismo? Bueno, no hago caso y sigo con mi idea de la pedalada larga y, tras llegar a Rupit decido no parar: llevo suficiente comida y no me encuentro cansado. El ambiente es espectacular, tanto en las calles que animan a todos como en la zona del almuerzo con un sinfín de ciclistas almorzando. Decido seguir y, subiendo hacia el cruce de la salida, me encuentro con el cartel de desvío de la pedalada corta (flechas azules) y la larga (flechas amarillas) y la tentación se hace evidente. Pero decido seguir con la esperanza de que, finalmente, en alguna de las dos bajadas que nos quedaban, algún compañero se uniría a mí, pero......¡¡me dejásteis colgado, bribones!!




Joan, Xavi, Emili y Jorge cerca de Rupit

Ya pasada la carretera, nos metemos en una pista con mucha agua, pero ciclable y ya estaba yo de enhorabuena por haber continuado, pero, sobre el Km 33, todo se vino abajo. De ahí, hasta la Collada del Vidrier, todo eran senderos de subida y de bajada (con algún tramo de pista y varios de piedra resbaladiza) que se habían convertido en auténticas pistas de patinaje sobre fango, donde la conducción era casi imposible. Yo, al menos, paré cuatro o cinco veces para, con alguna rama de árbol, quitar todo el barro de ruedas, frenos y carrete de platos y piñones. Suerte del aceite especial para húmedo que llevaba, si no, estoy seguro, no llego montado en la "cabra". Roturas de cadena, cambios, frenos que no frenaban, caídas continuas (yo mismo caí cuatro veces y en una de ellas me clavé el manillar en el muslo izquierdo) y muchos, muchos minutos caminando fueron la constante. ¡Realmente infernal! Si en algún momento podías montarte en la bici ibas "culebreando" de lado a lado de la pista (en los senderos era imposible siquiera montarse) con el único objetivo de mantener el equilibrio y, en cuanto tocabas un poquito el freno de atrás, te ibas al suelo sí o sí.


¡Así fuimos casi toda la pedalada en las zonas de fango y barro!

Además de ello, algunas de las subidas por sendero eran imposibles, incluso en seco tal y como indica mi archivo descargado del GPS, en que algunos picos llegaron a ser del ¡¡28% de desnivel!! Imaginaros con barro y agua. No ví a nadie, en esos sectores, subido a la "cabra". Por ello, ahí va mi tercera crítica: En una pedalada, no es de recibo que se "castigue" a los participantes de la pedalada larga, con unos senderos con semejantes desniveles. Dejarlos para los profesionales de la BTT.

Tras subir caminando (a ratos te podías montar en bici, pero alternando el pedalear con "hacer el patinete") dichos senderos, tocaba bajar por otros parecidos en cuanto a barro, desnivel y estrechez y, en otra bajada por sendero, lo que, en mi modesta opinión, fue el colmo: una "trialera" de DH, sobre el Km 46, para la que, ¡en seco!, necesitarías el casco de la moto y todos los arneses que tiene el Cuñao para tener un poco de valor e intentar bajarla, aunque dudo que un "bttero" popular pudiese bajarla. Para que os hagáis una idea (aparte de que nada más iniciarse había una moto de la organización y, al finalizar la trialera, estaban los enfermeros con una ambulancia), es como el escalón complicado de nuestra querida trialera de la Cua del Bacallà, pero en toda la trialera y con un desnivel diez veces mayor que la Cua. ¿Merece la pena? Otra crítica, la cuarta, por mi parte.

Ya a esas alturas, todos los que ibamos caminando (no vi pedalear a nadie) por esos senderos echábamos pestes de nuestra decisión de hacer la pedalada larga y, al menos en mi caso, solo servía de consuelo, aunque poco, el de estar teniendo otra experiencia (aunque, desde luego, será la última). Yo, y podéis creerme, ya me daba igual hacerla entera o no y la satisfacción del "deber cumplido". Estaba dispuesto, en cuanto llegásemos en algún momento a la carretera, a ir por la "vía de en medio" directamente al pueblo, pero no tuve esa suerte. Estaba hasta el "gorro"; aunque, increíblemente, y a pesar de caminar durante muchos minutos por en medio de un fango que nos hundía hasta el tobillo, las zapatillas todavía entraban en las "calas", mi cambio iba a la perfección y mis "tubeless" agarraban decentemente.

Llegamos al último avituallamento y nos dan buenas noticias: 11 Km para meta con una subida no muy larga en pista (¡por fin!) para acabar con otra trialera menos exigente y más corta. Pero....¡ni subida corta -fueron unos 5 Km inacabables- ni trialera poco exigente ni corta -fueron 2 Km con un fango y con un montón de curvas cerradas que dieron conmigo en el suelo dos veces-! Pero, al menos, y ya viendo desde arriba (habíamos ascendido hasta cota 1.175) L'Esquirol, te podías animar pensando en la llegada, la cervecita, el "maillot"....

Lo mejor de todo fue el último sendero que, aunque con barro, permitía pedalear y dejarse ir -era casi todo en cuesta abajo- y fue lo mejor de esa parte final, aparte el espectáculo de todos los ciclistas que, en la riera de entrada al pueblo, metían la bici, literalmente, dentro del agua, para quitar el barro.

Cuando llego a meta, tras 56,7 Km a 10,2 Km/h y 1.754 metros de desnivel positivo acumulado, ahí estaban mis compañeros y, al menos, me consuelo viendo que ellos lo han pasado igual de mal (ya nos dirán en sus comentarios a este "post"), tanto los que hicieron -parafraseando las rutas que siempre hacemos de nuestro querido Mortirolo o Coll de les Torres- la corta de la corta, la larga de la corta o un servidor que hizo la larga sin más. Al menos, ahí se ven las fotos de todos con el enorme sufrimiento, a pesar de las sonrisas y las cervecitas (Agus y Cuñao, ¿cuántas llevábais ya en el momento de la foto, bribones?).


Todos, menos Alberto que aún estaba pedaleando, felices de haber acabado el "infierno", ¡con unas cervecitas, claro!

Después, lo mejor del deporte, como siempre, y más si se hace en compañía de amigos: una buena comida, con todo tipo de bromas, risas y, por supuesto, buen vino, mujeres (las nuestras, claro está), unos geniales canelones de "Ca la Carmina" y (¿verdad, Cuñao?) unas cremas catalanas de "escándalo" y el comentario de siempre (aunque Joan no tenía claro volver el año que viene, aunque sé que repetirá), a pesar de la ruta, del barro y del tremendo cansancio:

¡¡¡NOS VEMOS EN EL CABRERES 2.009!!


4 comentarios:

Anónimo dijo...

JORGE DICE: Hola penya para ser mi primera pedalada en btt tengo un sabor agridulce,hice la corta porque viendo los caminos de barro y agua era casi imposible pedalear solo pensaba en acabar ,estoy alberto contigo de que los avituallamientos solo habia agua,zumo y naranja lo unico solido que habia un bocadillo de butifarra y dicen que alguna barrita pero que yo no las vi y lo que ya alucine cuando vi el cartel de 200m no practicable para bici que estubimos andando mas de 30 minutos, bueno espero pasarmelo mejor para la pedalada als turons,venga penya nos vemos el domingo.

Anónimo dijo...

Hola amigos beteteros!!
Mi opinión sobre este cabreres es parecido al de Jorge, tanto barro fue una locura y una tortura. Nunca una pedalada se me ha echo tan dura, en serio, pero lo más criminal y agónico fue ese tramo que indicaba no practicable durante 200 metros ¡¡200 metros!!
¡¡UN POLLÓN DE MICO!! de 200 metros nada!! 2 kilometros!!
Pero bueno, en fin, la acabamos, y yo personalmente me puedo dar por sastifecho que aunque hice la corta fue muy dura tambien.
Y como ultimo comentario quiero recalcar una cosita... je,je,je...
me rio yo de las clasificaciones y sino entrar en la pagina del cabreres; "que el Jose Luis llegó en la treceava posición???" jua,jua,jua!!!! eso no se lo cree el ni harto de vino!!!
Nos vemos el Domingo!!

Andres dijo...

Alberto, y compañia los resultados han salido y no son muy alentadores. Creo que eres el ultimo de la peña que hizo la larga. Te lo resumo en un plis plas:

RUTA CORTA,

de 1373 integrantes:

1) Jose Luis, en 13 lugar.
2) un servidor (Andres), en 16 lugar.
3)el Cuñao, en 26 lugar.
4)Isi, en 168 lugar
5)Jorge, en 383 lugar
6)Joan Marba, en 387 lugar.

RUTA LARGA

de 1317 integrantes:

1) Xavi, en 82 lugar.
2) Emili, en 83 lugar.
3) Alberto, en 539.

Conclusion, todos somos campeones. Aunque de todos los que llegamos, Alberto llego el mas tocado

Anónimo dijo...

esto son conclusiones y lo demás son...... estoy covencido que Andrés tiene razón; tanta tecnología no puede estar equivocada; vamos pienso yo!!!!!!